vitoria. Delegados de la plantilla municipal, acompañados por trabajadores, se movilizaron ayer durante el Pleno frente a la Casa Consistorial para criticar las medidas contra el déficit adoptadas por el gabinete Lazcoz, que incluyen un recorte salarial y reducciones en los complementos por baja. Los funcionarios, durante una sonora pitada, reivindicaron que "enfermar no es un delito". El siguiente paso será encerrarse en "cinco o siete" dependencias municipales a comienzos de octubre, tras los que solicitarán una reunión con el alcalde. Foto: aitor guinea