vitoria. Correría no para. La calle celebró con éxito este viernes su novedosa jornada de puertas abiertas por la noche. Cientos de personas llenaron esta vía del Casco Medieval gasteiztarra, en cuya primera vecindad resultaba difícil transitar por la afluencia de público de todas las edades, compradores noctámbulos, músicos y demás actividades. El éxito fue tal que los comerciantes de la zona ya barajan convertir la cita en un evento periódico, aunque todavía no hay acuerdo en si será trimestral o con una menor frecuencia.
Corre de noche sirvió para despedir anteayer la temporada de verano. Un total de 17 negocios del entorno de la calle más cercano a la Virgen Blanca decidieron, como ya adelantó este rotativo, recibir el otoño de una forma diferente. Y, para ello, animaron a los ciudadanos a acercarse hasta la Almendra medieval con diversas novedades, como música en directo -la mezcla de sonidos en pocos metros, eso sí, resultó algo confusa-, precios especiales por una noche y un horario sorprendente, de 21.00 a 24.00 horas, en negocios que habitualmente bajan la persiana sobre las ocho. Los grandes centros comerciales ya no fueron el único reducto de quienes trabajan demasiado.
Era una jornada especial, y los clientes respondieron como tal a la llamada. Correría, en su primer tramo -la mayoría del público se concentró en torno a San Miguel, pero los clientes llenaron la calle prácticamente hasta La Iguana ya a las 22.00 horas-, lució globos blancos y negros. "¡Qué preciosa es esta calle!", comentó una mujer nada más dar el giro desde el bar Virgen Blanca.
La Corre, ya de por sí conocida por sus peculiares y cuidadas tiendas, dio un nueva nueva vuelta de tuerca a su oferta y cada negocio se las ingenió para atraer al público a la calle. Literalmente. Aloha Vintage sacó un puesto al aire libre, Corre 34 Delicatessen ofreció una degustación de sus productos, Mangas Verdes o J más I descontaron su género en un 15%... La noche, así, dejó imágenes singulares, como niños batiéndose con sables de globo, gente de edad respetable probando con un puesto de malabares, mujeres cargadas con bolsas de Tissue by María Cle Leal en plena noche y más de un joven apurando su copa de vino y su cerveza -no a la vez, eran dos clientes diferentes- antes de entrar a echar un vistazo a las novedades de la librería Zuloa.
"La verdad es que estas iniciativas son bonitas", comentó un joven al ver el ambiente en la calle, un logro que ha coincidido con las numerosas actuaciones de LunaKrea. Hubo comerciantes, de hecho, que se preguntaron si no debían haber cambiado de fecha la jornada festiva de la Corre. "¿Ah, pero esto no tiene que ver con Krea?", se preguntó ayer una pareja despistada de clientes.
Un error por la novedad. Sin embargo, las primeras impresiones de los comerciantes de este tramo del Casco son inmejorables. Quien menos, habla de éxito de público; quien más, de todo un triunfo social e incluso económico. "La verdad es que parecía un ambiente casi ibicenco, con la gente en la calle, la música...", explicaron ayer desde la tienda de ropa para niños Chifi. "Casi no se podía andar", recordó con una sonrisa Alfonso Ruiz de Arcaute, de La Globería. De ahí que ya se baraje convertir la cita en un evento periódico, como apuntó el comerciante de Pitiminí e integrante de la asociación Gasteiz On Jon Laburu: "Fue un éxito total de participación y ambiente. El público respondió en masa". Las primeras conversaciones con el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz -que acudió a la cita- y la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica apuntan a esa continuidad, aunque aún no esté clara su periodicidad. Se baraja una cita al trimestre. Corre de noche vivirá un nuevo día.