VITORIA.- Aunque el Consistorio reconoce la existencia de esta descoordinación en los dispositivos, el problema está lejos de solucionarse. Está paralizado al igual que los vehículos de los cruces de la rotonda de Abetxuko, portal de Arriaga y Duque de Wellington, donde un semáforo rojo les impide pasar, pese a que al metro ligero todavía le quede un rato por llegar.
Está claro que el culpable es la hipersensibilidad de los sensores ante los cambios de temperatura y humedad, pero acordar a qué institución le corresponde solventar las alteraciones de este dispositivo va para largo. "La incidencia está planteada a EuskoTran, como con cualquier problema que se comunica entre su sala y la nuestra para que se ponga remedio. Pero es un tema que, en cuanto a los detectores, tiene que subsanar EuskoTran, que es la competente", aseguró ayer Joaquín Esteban, edil de Tráfico y Movilidad, después de reconocer que al Ayuntamiento le gustaría que funcionase "todo maravillosamente, pero los efectos de la climatología tienen una incidencia desgraciadamente mala".
Sin embargo, en EuskoTran no tienen muy claro que esa materia sea asunto suyo. "Es competencia del Ayuntamiento. Este asunto lo lleva Euskal Trenbide Sarea (ETS), pero ni en este caso es competencia de este gestor", señala la empresa ferroviaria.
Así que, de momento, los sensores seguirán mandando una información errónea al ordenador central de Tráfico, de forma que diga que el metro lígero que pasa por ahí está ya en ese punto o está próximo a estarlo. Unos "problemas puntuales", como los califica la concejalía de Tráfico, y "de parte de la rutina diaria", como los denominan los afectados de los atascos y de las esperas inusuales.
Previsiones Para apaciguar los ánimos de los ciudadanos, el edil de Tráfico informó de que existen previsiones para que ante una espera "excesiva", la regulación semafórica pueda llegar a los orígenes. "No está ordenada de forma indefinida porque si el detector sigue descolocado, el sistema informático hace una reprogramación para regularlo, en caso de que los sensores hayan dicho que llega y no lo hace en un tiempo determinado".
Aunque, eso sí, este remedio también tiene sus efectos secundarios. "Esta medida lógicamente cuesta un rato, que son pérdidas de tiempo para otros vehículos que quieran llegar a esa intersección", agrega el concejal.