Un casero explicaba que "me dejaron las puertas abolladas, no pagaron la luz ni el agua, se llevaron las lámparas, el toallero, las manillas de las puertas, el lavabo y la taza del retrete. Además de todo esto, la mierda chorreaba por las paredes. Era un piso que estaba muy bien acondicionado, en la Avenida, con un alquiler barato y me he gastado en arreglar los desperfectos más que la fianza". El inquilino era un hombre normal, con familia y sin problemas económicos... Conclusión del casero: "Para la próxima subo el precio un 50%, pido seis meses de fianza, pongo unos muebles de mierda y no arreglo nada aunque se caiga a pedazos".
Por su parte, un inquilino indicaba que "no me dijo que las ventanas no abrían, que no había agua caliente ni que la calefacción no funcionaba y por si fuera poco, cuando dejé el piso, no me quisieron devolver la fianza, su marido intentó estrangularme, los denuncié por agresión y ellos a mí me acusaron falsamente del robo de una cartera. Conclusión del inquilino: "La próxima vez ni cuido el piso, ni pago los últimos meses. Así no me robarán la fianza y, por supuesto, que cuando lo deje haré un fiestón y que se lo limpie su padre.
Está claro que aquí hay un bucle. ¿Cómo deshacerlo? Pues uniendo a cada oveja con su pareja: Casero cabrón, inquilino cabrón. Casero legal, inquilino legal. Un lector afectado me ha contado la siguiente solución: "Cuando voy a alquilar el piso, me voy un día con el inquilino y fotografiamos absolutamente todo: paredes, techos, puertas, armarios, persianas, suelos... Y grabamos un vídeo poniendo en funcionamiento todos los electrodomésticos, la cisterna del váter, grifos, enchufes... Y salimos nosotros mismos comprobando todo. Hacemos dos copias del vídeo y de las fotos, que firmamos y conservamos ambas partes. Desde que llevo a cabo esto no he tenido ningún problema, porque es una estrategia que beneficia a ambas partes y ni siquiera hemos tenido que utilizar el material gráfico. Desde el principio sabes si te la va a meter porque al mal inquilino no le interesa este acuerdo y al mal casero tampoco".
La verdad es que no parece mala idea, y es que alquilar un piso suele generar malentendidos, empezando por la misma palabreja, que no deja muy claro si el que la dice es el casero o el inquilino... Que te recomendó ese buen amigo?