vitoria. El gabinete Lazcoz ha insistido, por activa y por pasiva, en que los proyectos estratégicos de Vitoria están blindados, financieramente hablando. Otra cuestión es qué puede ocurrir con estas apuestas en el hipotético caso de un cambio de gobierno. PSE, PP y PNV mostraron ayer sintonía en torno a apuestas como la revitalización del Casco Medieval, la ampliación del tranvía -pero no en Abetxuko-, el Plan de Movilidad Sostenible o la sociedad del soterramiento. Pero en esa lista no está el centro internacional de congresos, exposiciones y de las artes escénicas, después de que los populares volvieran a la carga para exigir su retirada.
Dos más dos no siempre suman cuatro. Para algunos es más que tres, para otros menos que cinco. Este baile de cifras, habitual en los debates municipales, centró ayer el análisis de los grupos en torno al futuro centro de Lakua. El PP volvió a poner en duda la viabilidad financiera del proyecto diseñado por Mariano Bayón para la plaza de Euskaltzaindia de Vitoria, por lo que pidió al alcalde que lo suspenda. Patxi Lazcoz, mientras, pidió a la ciudadanía que "no se preocupe" por estas advertencias, porque el momento actual de crisis es el idóneo para lograr incluso "un precio más razonable".
El coste oficial del complejo es de 154 millones, sin IVA, una cifra que el PP ha puesto constantemente en duda. Lazcoz, sin embargo, aclaró algo más las cuentas al subrayar que el precio se alzó en un 22% precisamente para evitar que se viera afectado por la crisis, y mostró su confianza en que tanto la Diputación como el Instituto Nacional de las Artes Escénicas lleguen -cuando dispongan de fondos- a una aportación de ocho millones de euros. Cada uno.
A estas dudas en torno al auditorio se sumaron las mostradas por los grupos en torno a proyectos como Alhóndiga, la capitalidad de Euskadi -cuyos fastos del 23 de mayo costaron casi 263.000 euros- o Kronos. Pero jornada, pese a las críticas constantes, tuvo más ofrecimientos de apoyo por parte de PP y PNV que rechazos. Tanto populares como jeltzales mostraron su acuerdo con el gabinete en la movilidad, el tranvía, las reformas en el Casco Antiguo o los trámites del soterramiento.
Eso sí, la mayoría de esos pactos ya se daban por hechos. La única postura novedosa fue el anuncio del PP de que estaría de acuerdo con limitar el impacto de las medidas contra el déficit en el sueldo de los funcionarios recortando los complementos por baja laboral, "aunque muchos se preguntarán por qué tienen que pagar los desmanes del gobierno".