vitoria. Finalizado el discurso más largo que vivirá el Ayuntamiento este año, los grupos de la oposición pasaron al alcalde por el escáner y el resultado para todos fue similar por lo desmoralizador: un Patxi Lazcoz soberbio, sin autocrítica ni proyectos atados y con ideas fantásticas. Evidentemente, justo la imagen contraria que la que extrajo el gobierno, para quien ayer quedó demostrado que Vitoria puede presumir de un mandatario con iniciativas sólidas que marcarán el futuro de la capital de Euskadi de aquí a diez años.
El hombre que aspira a arrebatarle la Alcaldía a Patxi Lazcoz en 2011, el popular Javier Maroto, se pasó por la sala de prensa para explicar la sensación que le había transmitido el primer edil. "He presenciado numerosos debates sobre el estado de la ciudad, y por primera vez he visto un político muy nervioso en su tono y en su rostro, crispado y a la defensiva pese a que sólo iba a hablar él, cansado, en ocasiones como una olla exprés y con necesidad de autojustificarse", sostuvo. A su juicio, el hecho de que repitiera "tantas veces la palabra tranquilo demuestra que ha habido una falta de actividad y de lentitud y él sabe que debería haber pedido disculpas por sus meteduras de pata más que presentar aciertos en su mandato".
Además, alertó de que el dirigente socialista sigue con su "receta de gastar y gastar" pese a que la situación económica incita, desde Madrid, a los recortes. Maroto advirtió también de que el alcalde "ha hecho propios éxitos de gobiernos anteriores".
Precisamente ésa fue la idea con la que inició su valoración la portavoz nacionalista, Malentxo Arruabarrena. "Muchos de los logros que se ha arrogado son de toda la ciudadanía, muchos del PNV", denunció la edil, quien vio ayer a un Lazcoz "autocomplaciente y soberbio", que ofreció un discurso "cansino, pobre en anuncios, evasivo en el balance de los problemas pero muy minucioso en cuestiones que no preocupan a las personas, y amnésico respecto al euskera".
El portavoz de EB, José Navas, estaba atónito: "Éste es el sueño permanente de un alcalde sin autocrítica ni capacidad de asumir responsabilidades que se despierta cada vez que hay un debate de la ciudad y dice lo mismo que el primer año: quiero, pretendo...". Un día de la marmota que, a su juicio, "evidencia el gran fraude de esta legislatura". Para el líder de EA, Antxon Belakortu, el paso del tiempo sólo se nota en que "Lazcoz sigue con su laboratorio de ideas fantásticas". "Ya ni siquiera presenta powerpoints", ironizó.
En representación del gobierno apareció el teniente de alcalde Juan Carlos Alonso. Él tiene claro que todo con lo que Vitoria soñaba, "el soterramiento, el fin de las listas de VPO, la mejora de los barrios, la pujanza del comercio, la revitalización del Casco, la capitalidad como seña de identidad..." es ahora "una realidad".