Vitoria, 8 jun (EFE).- La Catedral de Santa María va a sufrir la operación más complicada de su restauración, que consiste en levantar dos bóvedas desde el interior del crucero para devolver la curvatura a sus arcos.

Los responsables del proyecto "Abierto por Obras" han explicado hoy en una comparecencia de prensa esta iniciativa. A través de un comunicado han facilitado a los medios de comunicación el contenido de esta comparececia.

A partir de mañana se va a proceder a levantar tres arcos correspondientes a las bóvedas del crucero sur que confluyen en el contrafuerte de la portada de Santa Ana del siglo XV.

A lo largo de los años han perdido su curvatura original y se encuentran excesivamente deformados, por lo que no pueden asumir más movimientos, si bien en la actualidad están protegidas por una estructura metálica que evitaría la posible caída de cascotes.

La operación es compleja y delicada, pero absolutamente necesaria, según los impulsores del proyecto, para dotar de nuevo a esta parte de la estructura de la catedral de una capacidad de deformación que no implique el colapso de las bóvedas en los próximos años.

Serán necesarios entre 2 y 3 días en mover los arcos, una semana para la consolidación y en un mes aproximadamente se empezará a desmontar toda la estructura metálica que ocupa esta parte de la nave.

Esta actuación obligará a modificar el recorrido de las visitas guiadas al templo a partir de mañana. Para no incomodar al equipo de trabajo y por extremar las medidas de seguridad, se suprimirá la salida al paso de ronda que finaliza justo en el lado sur del transepto.

A cambio, los visitantes podrán seguir el desarrollo de los trabajos desde el triforio, que durante este mes dejará de contemplarse sólo miércoles y sábados para incorporarse al recorrido diario. EFE