Vitoria. Los arquitectos Usandizaga, Ruiz de Ocenda y García de Acilu diseñarán la futura estación de autobuses de Vitoria. Los técnicos municipales propondrán a la sociedad urbanística Ensanche 21 que elija la propuesta del mismo equipo que ideó el anteproyecto de Trakteplan. El edificio final, por tanto, no se diferencia demasiado de los planes más conocidos hasta la fecha, salvo porque su techo utilizará un llamativo cobre verde: la nueva terminal será en superficie, tendrá 25 dársenas y su presupuesto rondará los 21,4 millones. Esta decisión final no ha estado exenta de polémica, puesto que sólo dos de las ocho firmas presentadas al concurso superaron la penúltima criba de los técnicos.
Ensanche 21 celebró ayer por la tarde dos reuniones de mesa de contratación continuadas en las que, por un lado, conocieron la valoración de los técnicos sobre los ocho proyectos presentados al concurso y, por otro, estudiaron la propuesta económica y los plazos. Al segundo apartado sólo llegaron, finalmente, el diseño de Usandizaga/Ocenda/Acilu y el preparado por Eptisa, puesto que eran los que más se ajustaban a la propuesta original de Trakteplan. Así las cosas, el informe técnico descartó dos propuestas por, entre otras cuestiones, su mayor afección al parque -las presentadas por BTS y Typsa-, otras tres por problemas de accesos o circulación -GLM, Idom y Saitec- y otra por su coste "inviable" -Mozas&Agirre-.
Los técnicos, por tanto, proponen a los arquitectos de Trakteplan a Ensanche 21, que mañana volverá a reunirse para adjudicar el proyecto. Esta decisión pone fin a meses de quinielas en las que el estudio de Usandizaga partía siempre como favorito, al tratarse de los mismos arquitectos que diseñaron el anteproyecto de la estación. En este diseño ya se optaba por una terminal en superficie, con 25 dársenas, entrada por Portal de Foronda y un coste que rondaba los 23 millones de euros. Esas características figuraban, al menos, en el la última propuesta anunciada por la ingeniería, una brújula para guiar el concurso que, sin embargo, también ha estado desorientada porque tuvo que rehacerse tras prescindir del hotel y las oficinas originalmente pensados.
el final de los herrán Nada se ha salvado del debate, a pesar de que los grupos municipales estaban de acuerdo en que no podía prolongarse más la eterna provisionalidad de la estación de Los Herrán. El recinto actual de la capital alavesa se dio a conocer a comienzos de 1993 como una solución temporal, con unas dimensiones limitadas por su ubicación en una mediana, que sería reconvertida en un jardín cubierto. La fecha de caducidad de Los Herrán estaba clara: dos años, hasta que estuviera lista la verdadera estación. Pero allí surgió Artium y la vida del apeadero de Los Herrán -como lo llaman diversos políticos, rehuyendo el término de estación- se ha alargado durante más de 17 años.
PSE y PNV se pusieron de acuerdo para decir basta. Los votos de ambos grupos aseguraban la viabilidad de una nueva estación en el entorno del parque de Arriaga, pero entonces surgió el debate sobre el impacto que la nueva instalación supondría en este pulmón verde. Así, formaciones como PP, EB y EA cuestionaron esta operación. La cifra clave era que el diseño no tuviera un impacto de más del 2,97% sobre Arriaga, algo que desde la plataforma SOS Arriaga han cuestionado que llegue a cumplirse.
Sea como fuere, los trámites siguieron adelante y, a comienzos de abril, se pusieron sobre la mesa las opciones para dar forma a la estación. Ocho empresas han participado en el concurso: los estudios gasteiztarras GLM Unigest, Mozas&Aguirre e Idom, BTS -los arquitectos responsables de la nueva estación de autobuses de Pamplona-, Saitec, BCQ con la constructora Eptisa, Typsa y los responsables del anteproyecto de Trakteplan. Entre las peculiaridades de estas ocho opciones, destacó que sólo tres empresas se ajustaran con fidelidad al proyecto base, algo que a la postre ha resultado clave para llegar al último corte del concurso.
dos opciones en la final Que finalmente sólo se puntuaran dos de las ocho propuestas presentadas ya ha provocado duras críticas desde la oposición. PP, EB y EA mostraron ayer sus dudas en torno a los trámites seguidos. El gabinete Lazcoz, en cualquier caso, ya había limitado las posibilidades de la estación al augurar que, dado el recorrido del proyecto, lo más factible era elegir una estación en superficie. Y así ha sido. El proyecto más conocido hasta el momento será el que, finalmente, siga adelante.
Esta decisión supone un nuevo paso en un recinto que parece sometido a un debate constante -queda por resolver cómo se conectará la terminal con la estación de ferrocarril o cómo se resolverá el tráfico en la zona-, mientras la estación sigue quemando etapas. El objetivo es que las obras arranquen antes de final de año.