Vitoria. En verano, Vitoria trastea, baila, escucha, observa, se estremece y saca la tele a pie de calle. Lleva la actividad cultural al punto máximo de ebullición. Y este año, como ya es habitual, el borboteo arrancará con el prestigioso Festival Internacional de Juegos. Dentro de sólo tres semanas, del 14 al 27 de este mes, la ciudad se convertirá por decimoquinta vez en una gigante ludoteca con más de 5.000 juguetes e importantes novedades: alteraciones en los horarios tradicionales en beneficio de las tardes y dos nuevos espacios de diversión. Cambios con los que el gobierno ha querido "responder a las propuestas ciudadanas planteadas en el concurso de ideas celebrado el año pasado", según explicó ayer la edil de Cultura, Maite Berrocal.
Las novedades se sentirán desde los entrantes. Los juegos en los barrios se desarrollarán del 14 al 17 de junio de 17.00 a 21.30 horas, lo que significa que en esta edición se ampliará en treinta minutos el tiempo de ocio de niños y mayores. Lakua, El Pilar, Zaramaga y Salburua han sido los emplazamientos escogidos para esta ocasión. "Y el próximo año elegiremos otros cuatro barrios porque la idea es que todos puedan disfrutar de esta oportunidad antes de que el Festival desembarque en el centro", explicó el director técnico del evento, Marco Antonio González.
Los juegos arribarrán a diez emplazamientos del cogollo de la ciudad el viernes 18 y levantarán el ancla el domingo 27. De lunes a jueves, a diferencia de las pasadas ediciones, el Festival sólo abrirá por la tarde, de 17.00 a 21.00 horas, y de viernes a domingo estará en marcha de 11.30 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.30 horas, media hora más por la noche que en los años anteriores. Eso sí, cuatro días antes de la finalización del evento, las actividades desaparecerán de la Virgen Blanca y de la Plaza Nueva por la necesidad de organizar los preparativos del Azkena Rock.
Las novedades también llegarán en forma de actividades. La decimoquinta edición estrenará Musikando, un área situada en Conde Peñaflorida que ha surgido en respuesta al concurso de ideas celebrado el año pasado para enriquecer el programa. Además, habrá mejoras en los espacios ya consolidados. El Rincón infantil se dividirá en dos apartados: Juegos de la infancia para los más pequeños en la Plaza de la Provincia y Jugando educamos en Juan de Ayala, donde se mostrará a la ciudadanía los juegos que ofrece la red de centros cívicos. Por otro lado, la plaza de la Catedral, dedicada a ordenadores y videojuegos, contará con tres puntos de opinión desde los que los menores de 16 años podrán acceder al foro on-line Tu altavoz.
En definitiva, el Festival ofrecerá más novedades concentrando los esfuerzos en las tardes, lo que supondrá para el cómputo global de horas de apertura 30 minutos menos de entretenimiento que en la pasada edición. Un buen dato a juicio del gobierno, teniendo en cuenta el acoso de la crisis. El Festival ha perdido a uno de sus más importantes patrocinadores, la Diputación, si bien ha vuelto a contar con la aportación desinteresada de varios fabricantes de juguetes y la colaboración de distintas entidades y colectivos.
"Vamos a volver a demostrar, a través del Festival, que Vitoria es una ciudad referente en cuanto a la transmisión de valores como la tolerancia, el respeto y la integración", subrayó Berrocal, quien aseguró que el Festival, que el año pasado registró más de 300.000 usuarios, será un gran aliciente para las riadas de personas que visitarán la ciudad del 23 al 27 para disfrutar de los otros dos grandes eventos, el Azkena Rock y el Campeonato Europeo de Triatlón.