propietario de la tienda 4 en línea

vitoria. Carlos Osuna abrió el pasado mes de diciembre la tienda 4 en línea en la calle Herrería de Vitoria. La lluvia, clave para entorpecer el patinaje, ha dificultado el arranque de este nuevo comercio centrado en el mundo del patín. Ahora que la primavera por fin parece asomar entre las nubes, este comerciante confía en que, poco a poco, empiecen a verse nuevos patinadores. Está tan convencido que augura que "en un año se verán más patines, o incluso patinetes, por las calles", asentándose así no sólo como un deporte, sino como un medio de transporte.

"Vivo en Lakua, y venir al centro en patines me cuesta apenas diez minutos", cuenta Osuna, que se presenta como usuario convencido del patín o, en su defecto, de la bicicleta. Para fomentar estos sistemas, Osuna cree clave la apuesta del Ayuntamiento por aumentar, "por fin", los carriles-bici y la labor de una asociación de patinadores como Gaubela -de la que es socio-, que demuestra que los vitorianos pueden aprender, divirtiéndose, a patinar. Osuna también rompe una lanza por este mismo fin: "En apenas cuatro horas de práctica, se pueden conocer las nociones básicas, y es un sistema bastante seguro y económico -el equipo básico cuesta unos 150 euros- para moverse por la ciudad".

El propietario de 4 en línea, eso sí, admite que "a la gente todavía le sorprende ver a los patinadores. Yo incluso he llegado a pasear con una sillita de bebé en patines, y la gente no paraba de mirarme, como si fuese de otro planeta", bromea. Los gasteiztarras, sin embargo, van venciendo esa suspicacia; los clientes de esta tienda del Casco Medieval, de hecho, son sobre todo "gente que ya supera los 34 ó 35 años, que patinó de pequeño, y ahora lo retoma, o se quedó con esa espina clavada".