vitoria. En su apuesta por la sostenibilidad, Vitoria no se conforma con las directrices del pacto de alcaldes al que está adherida y, por tanto, al mandato procedente de la UE. La ciudad que aspira a convertirse en Capital Verde Europea ha decidido reducir, ya no un 20%, sino un 40% las emisiones de gases contaminantes en diez años. Un desafío ambicioso que el jefe del servicio de Planeamiento Ambiental del Ayuntamiento, Andrés Alonso, adelantó el miércoles por la tarde en la segunda reunión celebrada para estudiar el borrador del Plan de Lucha contra el Cambio Climático 2010-2020.
El encuentro formó parte del proceso de participación ciudadana iniciado para que la hoja de ruta que guiará los pasos del Ayuntamiento sea la voluntad de todos. En la reunión del miércoles, la sala de comisiones se abarrotó de técnicos, profesionales y ciudadanos que acudieron a título particular. Allí permanecieron durante dos horas y media para analizar el diagnóstico energético contemplado en el documento y relativo a equipamientos y servicios municipales, agua, gestión de residuos y limpieza urbana.
Fueron muchas las aportaciones, así como los nuevos compromisos anunciados por el Ayuntamiento. Un ejemplo: los rechazos de la planta de biocompostaje se van a convertir en combustible sólido regenerado destinado a las cementeras. Un hito en la trayectoria sostenible de Vitoria.
El 12 de mayo llegará la tercera reunión, con los sectores residencial y de servicios como temas estrella. Y el 26 de ese mes será el turno de la movilidad, la agricultura y la ganadería y los sumideros.