Vitoria. Las nuevas líneas de Tuvisa cumplirán el próximo día 30 sus primeros seis meses de vida. El Ayuntamiento de Vitoria se marcó precisamente ese plazo para valorar la puesta en marcha de los renovados recorridos de los autobuses urbanos, toda una revolución auspiciada por el Plan de Movilidad Sostenible. Vecinos, conductores y grupos municipales, sin embargo, esperaban que se llevaran a cabo mejoras en el sistema. Y el equipo de gobierno respondió ayer presentando una veintena de propuestas de cambio, que sobre todo atienden las demandas de Sansomendi y Zaramaga para que los urbanos accedan al centro de los barrios, y las de Salburua y Zabalgana para que se llegue a nuevas zonas.

Estas líneas renovadas empezaron, en realidad, a recorrer la ciudad el 19 de octubre, cuando el Ayuntamiento abrió gratuitamente las puertas de los urbanos para que los usuarios pudieran acostumbrarse a los nuevos trayectos. Monitores a pie de calle, folletos informativos y una insistente campaña de publicidad acompañaron esta inauguración, que trastocó el día a día de los vitorianos. El proceso para pasar de 18 líneas a nueve no era ni mucho menos sencillo: cambiaban las paradas, se extendía el recorrido de las líneas y la frecuencia aumentaba a diez minutos. La reestructuración provocó un cambio de hábitos en los vitorianos, que ahora se suben antes al autobús pero se arriesgan a permanecer más tiempo en él si no pierden el miedo a los transbordos.

Fueron días de preguntas casi desesperadas, quejas encendidas y desconcierto generalizado. Sin embargo, entre el previsible barullo generado por el cambio, también empezaron pronto a escucharse propuestas de mejora. Los primeros barrios en trasladar su malestar fueron Sansomendi y Zaramaga. Y, ahora, seis meses después, el Consistorio modifica las líneas para mejorar su funcionamiento.

los cambios principales El concejal de Movilidad, Joaquín Esteban, explicó ayer los 19 cambios que baraja el gabinete. Entre ellos, destaca el traslado de la parada terminal -donde se realiza la regulación horaria- de la línea 1 -circular-, que en lugar de estacionar más tiempo cerca de la futura intermodal llegará hasta Reyes de Navarra 31, entrando así en Zaramaga. Además, la línea 8 -Unibertsitatea- también se acercará al centro del barrio al pasar de Reyes Católicos a Reyes de Navarra y la calle Vitoria, lo que supondrá una reducción de aparcamientos. Otro cambio destacable es que la línea 7 -Sansomendi-Errekaleor- volverá a recorrer Paula Montal, pasando por el centro de Sansomendi. En la línea 6 -Zabalgana-Salburua-, se pretende instalar una lanzadera hasta Aldaia y, además, también se extienden los gautxoris de los nuevos barrios.

El cambio de las llamadas paradas terminales ocupa un lugar destacado en este paquete de medidas. Así, se pretende trasladar esa espera de la línea 4 -Lakua-Mariturri- de Landaverde a la calle Donostia 25, para acercarla a una zona más poblada; y, además, el gabinete Lazcoz también sopesa situar la terminal de la 7 -Sansomendi-Errekaleor- en Ilíada en lugar de Errekaleor. Cabe destacar, por otro lado, que la línea 3 Betoño-Zumaquera- es una de las que más reajustes presenta, ya que el trayecto de entrada a la ciudad ya no se hará por José Mardones sino que utilizará el carril-bus de la calle Francia y, en el sentido a Betoño, ya no circulará por Judimendi sino que utilizará Los Herrán y "así llegará a Zaramaga en menor tiempo".

El objetivo, según adelantó Esteban, es que estos cambios se activen "en el menor tiempo posible". Eso sí, no precisó más plazos puesto que las propuestas ahora deben pasar por el filtro de los grupos municipales en la Mesa de Movilidad, por el Aula de Ecología Urbana de Barcelona y por el Consejo de Tuvisa. El concejal, además, no cerró las puertas a que, en el futuro, sigan planteándose modificaciones, aunque esta vez no hay una fecha prefijada, como ha ocurrido con los seis meses de vida de las nuevas líneas.