Vitoria. La actualidad judicial vitoriana está desatada. La tónica hasta el momento ha consistido en que la Fiscalía promueve causas y los jueces ordenan su archivo. Sucedió con Jorge Ibarrondo, con Antón Saénz de Santa María, con Ignacio Gil Orive y ahora le ha llegado el turno al gerente de Ensanche 21, Alfredo Piris. Según información a la que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la juez encargada del caso que se seguía contra el urbanista ha ordenado que se prepare el archivo de la causa. Una resolución que no se hará efectiva hasta dentro de tres semanas, cuando regrese de sus vacaciones y pueda estampar su firma en el documento.

El escándalo saltó a los medios de comunicación a finales de 2009. La Fiscalía Provincial de Álava acusaba al gerente de la sociedad urbanística municipal, Alfredo Piris, de un presunto delito contra la Administración Pública. La querella, que fue admitida a trámite, vinculaba a uno de los referentes de la actual y las pasadas legislaturas municipales con una presunta trama en torno a los terrenos que sustentan la ciudad deportiva del Baskonia, BAKH.

Una denuncia anónima puso de nuevo al fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Josu Izaguirre, sobre la pista y éste acusó a Piris de haber amañado el concurso de la venta de las parcelas que rodean al Buesa Arena, un proceso que tuvo lugar bajo el mandato del PP. El Ayuntamiento sacó a subasta los terrenos inutilizados con un precio tasado de ocho millones de euros, pero Izaguirre sostenía que el propio Piris había tasado previamente las mismas parcelas en 18 millones. El urbanista se enfrentaba a un presunto delito contra la Administración Pública por el presunto daño causado a las arcas municipales, una acusación que podía convertirse en una pena de tres años de cárcel.

Durante el tiempo que ha durado la investigación, un halo de misterio lo ha envuelto todo. Las informaciones han llegado con cuentagotas, algo lógico si se tiene en cuenta que el proceso afectaba a uno de los proyectos estrella del Baskonia y salpicaba a uno de los pesos pesados del Consistorio. Pero también es cierto que la enajenación de los terrenos, que contó con el apoyo de todos los grupos municipales, a excepción de EB, el 24 de noviembre de 2003, provocó polémica desde el principio.

A la subasta de los ocho millones sólo concurrió el Baskonia, apoyado por Caja Vital. El proyecto deportivo de 38.000 metros cuadrados, que se presentó como un nuevo impulso para este entorno del sector 15 de Salburua, se inauguró de forma oficial en octubre de 2008. Sin embargo, poco después, todos los detalles en torno a su gestación fueron seguidos con lupa.

Al parecer, la Fiscalía arrancó sus investigaciones en torno al proceso de venta de las cuatro parcelas en septiembre de 2008. Fue entonces cuando recibió una denuncia anónima a nombre de la Agrupación Socialista del barrio de Lakua y con un DNI falso. Según indicó entonces la Ertzaintza, el número del documento no se correspondía con el de ninguna persona. De todas maneras, la Fiscalía inició su investigación en octubre y solicitó información en torno a la operación al Ayuntamiento de Vitoria, así como datos sobre convenios urbanísticos a la Diputación alavesa. En febrero de 2008 se tomó declaración a varios funcionarios y poco después el asunto se abordó en el consejo de Ensanche 21.

Después de un periodo de calma tensa, la Fiscalía presentó una querella contra Alfredo Piris y éste tuvo que prestar declaración en al menos dos ocasiones ante los juzgados. A muchos les sorprendió que la querella apuntara directamente al gerente de Ensanche 21 y no a la sociedad, teniendo en cuenta que la decisión se tomó con el beneplácito de los tres grandes grupos políticos del Ayuntamiento.

El Consistorio gasteiztarra no tardó en cerrar filas en torno al urbanista y el propio Lazcoz compareció ante los medios para manifestar su confianza en la honestidad de Piris. El hombre de confianza de los tres alcaldes en la historia de la democracia de Vitoria declaró por su parte ante el juez que poseía documentos que avalaban su inocencia.