Vitoria. La boca será el único destino del agua potable de Vitoria a partir de 2011. Para el riego de los jardines y la limpieza de las calles, el Consistorio usará por fin aguas pluviales, residuales o sobrantes de las piscinas. Y lo hará gracias a las obras que ya se han puesto en marcha en la estación depuradora, un proyecto que permitirá reciclar el bien más preciado del mundo para su reutilización en aquellos servicios municipales que ahora beben del grifo. El presidente de Amvisa, el concejal socialista José Manuel Bully, anunció ayer el nuevo reto medioambiental de la capital alavesa durante la celebración del 25 aniversario de las instalaciones de Crispijana, nacidas para conseguir la paulatina regeneración del río Zadorra y cuidar de sus poblaciones acuáticas.

El proyecto de reutilización de agua no potable en la estación depuradora cuesta alrededor de siete millones de euros, una inversión astronómica para la que el Consistorio no ha tenido que echar mano de sus cuentas: el 80% de esa cuantía procede del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) y el 20% de URA, la Agencia Vasca del Agua. Su apoyo ha sido fundamental, porque ha permitido que Vitoria dé el paso para aprobar una de las principales asignaturas que tenía pendientes en el ámbito de la sostenibilidad. Los números sonrojan a la ciudad que presume de marca verde: el 75% de los parques y jardines de Gasteiz se alimenta todavía de agua potable.

El debate sobre la necesidad de dar un giro de tuerca al reciclaje surgió en el seno del Consistorio hace poco más de un año, de la mano de EA. Y fue este mismo grupo político el que logró el compromiso del gabinete de Patxi Lazcoz para elaborar un plan integral de reutilización del agua no potable y, de esta manera, optimizar los recursos existentes en Vitoria. A mediados de 2009, una empresa elaboró el estudio, que costó 81.000 euros. Y su puesta en práctica ha llegado recientemente con el inicio de las obras en la depuradora de Crispijana.

El proyecto favorecerá la reducción del consumo de agua potable, uno de los desafíos de Amvisa, que ayer dio luz verde a una inversión de 13 millones de euros para conectar la presa de Albina con Araka. Esta espectacular obra, financiada a partes iguales por el Consistorio y URA, garantizará el abastecimiento por espacio de veinte o treinta días en época de sequía y evitará depender del acuífero natural de Nanclares.