Vitoria. A falta de diez días para que las instituciones implicadas -gobiernos vasco y central, Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria- firmen el acuerdo sobre el soterramiento del tren a su paso por Vitoria, el documento que sustenta las bases de esta ambiciosa obra ya está listo a la espera de plasmar las rúbricas sobre el papel.

Se trata de un protocolo de colaboración entre las cuatro administraciones, al que ha tenido acceso este periódico, en el que se recogen los pasos a seguir desde el 5 de marzo hasta el inicio de las obras y el dinero que cada una de las partes tiene que aportar para que, tras más de una década de espera, Vitoria entierre por fin las actuales vías del tren y dé la bienvenida a la línea de alta velocidad, que conectará la capital alavesa con la línea de Burgos, la Y vasca, y el eje Madrid-Francia.

En primer lugar, las instituciones se dan un plazo de dos meses para crear de una vez por todas la sociedad encargada de gestionar el soterramiento, que nace con un capital de 600.000 euros, que será desembolsado en el momento en que se constituya la entidad. El Ministerio de Fomento aportará el 50% del dinero, el Gobierno Vasco el 25%, la Diputación el 10% y el Ayuntamiento el 15%. Encabezarán la sociedad el secretario de Estado de Infraestructuras Víctor Morlán (presidente), el alcalde Patxi Lazcoz, el consejero de Transportes Iñaki Arriola y el diputado general Xabier Agirre, como vicepresidentes primero, segundo y tercero, respectivamente.

Una vez que la sociedad gestora tome forma y disponga de los recursos económicos necesarios será el momento de pasar a la acción, esto es, de contratar los estudios que definan dos cuestiones de vital importancia en la obra. De un lado, cómo se va a sustituir la actual estación de ferrocarril de la calle Dato por una nueva terminal de viajeros, situada en Lakua-Arriaga, y de fácil conexión con autobuses, tranvía y taxis.

Y de otro lado, cómo se va a llevar a cabo el desvío y la construcción del futuro corredor ferroviario que traerá la alta velocidad a la capital alavesa. En este sentido, el documento establece un nuevo trazado en vía doble de once kilómetros que dé continuidad al TAV que llega de Burgos, entra en Vitoria y parte hacia Bilbao o Donostia, para unir con la línea francesa de Hendaia. Este trazado discurrirá por el eje Lakua-Arriaga, bajo tierra en su mayor parte, en concreto a lo largo de los 6,8 kilómetros que separan Salburua de Zabalgana. El protocolo de actuación contempla, asimismo, otros 15,4 kilómetros de trazado de ancho ibérico, en paralelo al anterior, e igualmente soterrado a su paso por el casco urbano, que dé continuidad a la línea Madrid-Francia.

El coste de todos estas actuaciones asciende a 476 millones de euros, una cuantía nada desdeñable y, sin duda, la mayor inversión en la historia de Vitoria, que servirá para dar un giro total a la actual fisonomía de una ciudad sesgada por las vías del tren. Del montante global, Fomento aportará 142 millones, Lakua 117, Álava 50 y Vitoria 67. El suelo liberado tras la desaparición del corredor ferroviario se destinará en un 70% a la construcción de viviendas y el resto a hoteles, oficinas y comercios.