Vitoria. Cuando en 2003 se realizaron varios sondeos arqueológicos previos a la demolición de unas viejas viviendas de la calle Correría, pocos podían imaginar que más allá del paso de ronda de la primitiva muralla se situaba uno de los tramos de la fortificación mejor conservados. Seis años después, la Agencia para la Revitalización del Casco Viejo está a punto de acometer la rehabilitación del tercer tramo de pared, el que se extiende por las traseras de la iglesia de San Miguel y del Palacio Villa Suso. La intervención permitirá recuperar la muralla y diseñar espacios libres para el uso de los ciudadanos como se ha hecho en los dos tramos anteriores, correspondientes a la calle Correría y al palacio Escoriaza-Esquível.

En total serán 1.066 metros cuadrados de zona a restaurar con un presupuesto aproximado de 1,1 millones de euros, según el informe redactado por el arquitecto de la Agencia que lidera Gonzalo Arroita. Previamente, el Ayuntamiento tendrá que contratar la redacción del proyecto, un paso que la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica tiene previsto dar mañana. En opinión del arquitecto, este trabajo debería adjudicarse al grupo de investigación de arqueología de la arquitectura de la UPV.

El proyecto de recuperación del paso de ronda de la primitiva muralla de Vitoria se gestó en 1998. Pero no fue hasta el último trimestre de 2006 cuando se acometió la recuperación de los tramos de mural correspondientes a la Correría y el palacio Escoriaza-Esquível, que se incorporaron a la ciudad como un enorme jardín de 7.000 metros cuadrados. Desde entonces, las visitas de turistas no cesan.