vitoria. Javier Maroto cuida cada detalle a la hora de ponerse frente a la cámara. Ni muy serio ni muy jovial. Sin abrigo. Sin los brazos cruzados. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vitoria también muestra la misma preocupación por lo que piensan los ciudadanos al hablar de la actividad municipal. Un día a día que espera liderar en dos años porque, según augura, "el gabinete Lazcoz afronta su primera y última legislatura". El concejal popular lo tiene tan claro porque cree que el equipo de gobierno piensa desde un despacho y demasiado lejos del sentir de los vitorianos. Y, ahora, los vecinos esperan que desde el Consistorio se trabaje para combatir la crisis y, según denuncia, no tanto para "sacarse la foto" en un proyecto emblemático.

¿Hay alguna posibilidad de que el PP apoye los Presupuestos de Vitoria para 2010?

Había una posibilidad. Pusimos sólo una condición: que no se subiesen los impuestos en un momento como éste, en el que las familias no iban a entender ese aumento de la presión fiscal. Lazcoz hizo caso omiso a nuestra petición, y por eso cerró la puerta a ese entendimiento.

¿Cree que el PSE no ha buscado más apoyos porque ya cuenta con el respaldo del PNV?

Creo que un partido en el Gobierno, más que buscar quien le apoya, debería pensar en qué quiere la gente en la calle.

Sin embargo, con esa postura, tanto PSE como PNV han acusado a los "populares" de ser populistas...

No somos populistas por dos razones. La primera, porque el IVA subirá dos puntos, todos en la declaración de la Renta veremos que ya no existen los 400 euros, y encima, se triplica la OTA y se sube el agua un 16%. Y, teniendo en cuenta todo eso, Lazcoz ha decidido subirnos aún más los impuestos. Y la segunda razón es que el PP, si en algo es predecible, es en su política económica, que en estos casos se ha confirmado como eficaz. Nuestras políticas de reducción de impuestos se traducen en generación de empleo.

Desde el equipo de gobierno, sin embargo, se ha apelado al PP a que repita el modelo del Gobierno Vasco, con un acuerdo presupuestario entre PSE, PP y PNV. Ha pedido, incluso, que usted se parezca más a Basagoiti...

Yo me siento muy de acuerdo con el discurso de Basagoiti. En este caso, Maroto no es diferente a Basagoiti, pero Patxi Lazcoz sí lo es con respecto a Patxi López. El PP siempre ha peleado por el cambio, pero la nota discordante en el panorama vasco son Patxi Lazcoz y Txarli Prieto.

¿Cuáles deberían ser las prioridades en el Presupuesto de 2010?

Las medidas con las que el Ayuntamiento podría contribuir a paliar la crisis en nuestra ciudad. Porque ésa es la principal preocupación de la gente: la crisis y sus consecuencias, no un palacio. De ahí que las prioridades pasen por crear soluciones para el empleo y la formación, así como en incentivar las medidas sociales.

¿A qué proyectos habría que destinar una mayor inversión?

El tercer hospital, que creo que es un proyecto que habría que apoyar desde el Ayuntamiento; una estación de autobuses definitiva y de calidad, porque no tiene sentido el espectáculo creado por el alcalde en torno a Arriaga; y el soterramiento del ferrocarril, porque el espacio donde ahora están las vías del tren brinda a Vitoria la oportunidad más importante de los próximos cien años.

Hablemos de cada uno de esos proyectos. El tercer hospital forma parte del acuerdo PP/PSE en el Gobierno Vasco. ¿Es una cesión socialista o hay acuerdo para impulsarlo?

Lazcoz no hace nada por Vitoria. Nosotros hemos conseguido más en tres meses y desde la oposición que Lazcoz en dos años de Gobierno. El alcalde debería reflexionar. Con el hospital, nosotros nos hemos puesto serios para exigir que Vitoria cuente con ese tercer hospital; de lo contrario, tengo dudas de si se hubiese incluido en los presupuestos del Gobierno Vasco.

Otro proyecto que ha mencionado es la estación de autobuses. Pese a su oposición, Arriaga parece, por fin, que saldrá adelante...

Arriaga es un ejemplo de cómo funciona el gabinete Lazcoz. Es un Gobierno donde falta capacidad y sobra prepotencia. Es preocupante tanta improvisación. Arriaga es sólo el último exponente, porque también hemos visto bandazos en las cubiertas de cristal, el parking de El Campillo, los veladores cubiertos en la Virgen Blanca, las ayudas del Bebé Laguntza, la pista de hielo, la operación de Hipercor...

¿Cómo debería ser la nueva estación de autobuses? ¿La propuesta soterrada del PNV se ajusta a su idea?

La propuesta que hay en Juan de Garay surge de funcionarios de la Diputación. Que se haya apropiado de ello el PNV nos parece... Ágil. Nos parece una buena propuesta porque asegura la intermodalidad, es una estación definitiva, tendría acuerdo presupuestario, no afectaría al parque de Arriaga... Es la opción oportuna. Creo que la única razón por la que el alcalde se empeña en hacer otra estación provisional es porque se ha dado cuenta, después de dos años, de que será la única grúa que pueda poner en esta legislatura. Aunque sean 25 millones despilfarrados, necesita hacerse una foto.

¿Apoyar Juan de Garay y oponerse a Arriaga no supone alargar la vida de Los Herrán?

Sólo un poco más, pero claramente merece la pena. Creo que la posición más idónea es reacondicionar un poco más la estación de Los Herrán mientras logramos una estación definitiva.

Ha mencionado antes la necesidad de Lazcoz por sacarse una foto. ¿Eso no lo ha logrado ya con el soterramiento?

La foto del soterramiento no es la de Lazcoz, sino la de las cuatro instituciones y de todos los partidos unidos. Ese proyecto es el de Vitoria, porque en él han trabajado alcaldes e instituciones de diferentes colores. Si no es de alguien, no es de Lazcoz. Eso es evidente.

¿Cuál es la apuesta del PP en torno a cómo aprovechar el corredor que liberará el soterramiento?

Todo el trayecto de vías que ahora viene desde la Mercedes y sale por el este de la ciudad sería una arteria de comunicación mucho más importante que la actual Avenida Gasteiz. Y en un proyecto tan importante, además de viviendas, también caben espacios públicos y equipamientos. Es una operación tan importante para Vitoria como fue para Bilbao la renovación de la ría, incluidos el Guggenheim y el Euskalduna.

Los vecinos ya temen qué se va a hacer con tanto espacio.

Ahí yo llamaría a la prudencia y a la calma. Estoy seguro de que la decisión de este proyecto se tomará con una amplísima mayoría política. No lo decidirá ni un alcalde ni una sola corporación.

Tanto PSE como PNV hablan de la necesidad de convocar un concurso internacional de ideas. ¿Están de acuerdo?

Dada la trascendencia del proyecto, no lo veríamos con malos ojos.

¿Diría que el auditorio es la niña de los ojos del alcalde, el proyecto que está marcando esta legislatura?

Eso dice la gente. Pero los plazos no le dan al alcalde, a pesar de que ha intentado hacer el auditorio a todo correr.

¿Cómo valora las primeras declaraciones del nuevo director del palacio, José Ramón Villar?

En lo personal y lo profesional, no tengo ninguna duda de que es una persona capaz. Lo que es más difícil de explicar a los vecinos es qué hace un señor cobrando 120.000 euros (al año) cuando no se ha puesto ni un ladrillo de ese equipamiento.

¿Cómo resume la postura del PP en torno al auditorio?

Hay dos razones que condicionan nuestra postura. La primera es el empecinamiento del alcalde por realizar un auditorio sinfónico, como los que vieron cuando se fueron a Japón de vacaciones. Ese tipo de infraestructura dejará fuera la danza, los musicales, la zarzuela, el teatro... Y la segunda razón es que se han gastado ya 15 millones en proyectos, en maquetas, y aún no se tiene la financiación para llegar a los 180 millones que cuesta este auditorio. Eso dice mucho de este equipo de gobierno.