vitoria. "Sí, es una buena noticia. En realidad, era lo esperable". Así recibieron ayer desde Eginaren Eginez, la asociación que agrupa a personas con discapacidad física, el inicio de las obras para adaptar el acceso a la tienda de Adolfo Domínguez en la calle Correría de Vitoria. Se trata de la primera sentencia que obliga a realizar este tipo de obra y, según auguran desde la entidad, "por desgracia no será la última".

El objetivo de Eginaren Eginez no es otro que lograr que se cumpla la Ley de Accesibilidad. Y, para ello, espera que el Ayuntamiento dé un paso adelante y vigile que estas normas se atienden, al menos, en los nuevos barrios y en los negocios que se renuevan o inician su actividad. Es decir, aprovechar las obras que arrancan desde cero para que se eviten obstáculos. La mayoría de las veces, la lucha se centra en eliminar "un escalón", según explican desde el colectivo.

El caso de Adolfo Domínguez ha ganado relevancia porque se trata de una marca textil conocida, que se instaló en el Casco Medieval -en la actualidad, sus tiendas ocupan los números 25 y 33 de la Corre- como parte de los planes para impulsar la actividad comercial en la zona y porque se ha resuelto a través de un recurso contencioso-administrativo. El juez, según se anunció en julio, dio la razón a Eginaren Eginez y obligó al Consistorio a revocar la licencia de actividad del comercio y a adaptar sus accesos a la normativa vigente. Estos trabajos ya han arrancado.

La asociación confía en que el Consistorio garantice ahora el cumplimiento de la Ley de Accesibilidad e, incluso, que impulse una normativa local. "No podemos denunciar los incumplimientos local por local", explicaron, a la par que adelantaron que ya hay al menos un caso similar que afecta a los accesos de un restaurante en Los Herrán.