Vitoria. "Santiago, ¡que nos ha tocado!". Una de las afortunadas en el sorteo de 461 VPO que ayer tuvo lugar en el Palacio Europa avisó por móvil a sus familiares de esta forma, nerviosa y entre lágrimas, de que la suerte les había acompañado. Fue el único momento evidente de nervios que se vivió en la nueva rifa del Ayuntamiento de Vitoria, muy alejada de la asistencia masiva y enfervorizada de antaño. Menos de un centenar de personas acudió al acto, en el que el alcalde, Patxi Lazcoz, anunció que ya hay una nueva cita con el sorteo de hogares: será a mediados de junio y en el bombo entrarán, como mínimo, 350 viviendas protegidas del sector 13 de Salburua.

Ayer, mientras, se sortearon 461 viviendas, la mayoría ubicadas en Salburua y sólo 72 emplazadas en un sector de Zabalgana. Se presentaron al sorteo 11.124 expedientes pero, después de actualizar las listas -5.327 de ellos recibieron una casa en alguna cita anterior-, vigilar que se cumplían todos los requisitos -1.725 decayeron por esta razón-, y estudiar las alegaciones, se acabaron aceptando 3.549 solicitantes. La mayor parte de ellos se encontraban dentro del cupo de 27 a 35 años, o bien en el de menos de 27.

Desde el gabinete Lazcoz se interpretan estas cifras como la prueba de que, en tema de vivienda, se empieza a reducir por fin la lista de espera y, en definitiva, a ver la luz al final del túnel. "Ya se va viendo en los listados que cada vez tenemos menos familias, y eso es una buena señal", apuntó Lazcoz.

En el sorteo del Europa, de hecho, apenas hubo unos 80 asistentes, la mayoría padres que acudían en representación de sus hijos. Ése fue el caso de Pedro López, que nada más salir de la sala llamaba a su mujer para comunicarle que su hija de 32 años, después de tres ejercicios de espera, ya tenía casa. "Estamos muy contentos, y éste me parece un sistema justo".

Era la voz de la satisfacción, como la de una madre que celebró que su hijo de 25 años, tras dos en la lista, había obtenido su piso. "Esto es mejor que la lotería. Bueno, lo primero el trabajo, y luego la vivienda", comentó. Otras solicitantes, como Sonia, de 24 años, no tuvieron tanta suerte: "Hace poco le tocó a mi novio, y quería ver simplemente si también me llegaba a mí".

El sorteo, frente a los silbidos y decepciones de anteriores citas, transcurrió en silencio riguroso y apenas se alargó una hora. El movimiento por los derechos sociales Elkartzen criticó este sistema y la política de vivienda del Consistorio, que apuesta por la propiedad en lugar de un alquiler digno o la recuperación de casas vacías. Lazcoz, mientras, aseguró que Vitoria es una ciudad "modelo" en VPO.