AUNQUE este Ayuntamiento hace unas cosas muy raras, de vez en cuando toma decisiones acertadas, aunque sean impopulares, y cuando se hace algo bien hay que decirlo. Me parece una buena medida anti-crisis la de no poner la pista de hielo, aunque a decir verdad nunca he entendido por qué se pone. Me suena que en Vitoria hay otra, pero tal vez sea una leyenda urbana y por eso se gastan un pastón en la de Navidad. Pero este año hay que ahorrar y lo mejor es empezar por lo más superfluo. Habrá a quien no le parecerá bien y pondrá el grito en el cielo, convocará manifas e incluso una huelga general. Pero seamos prácticos: la pista de hielo es innecesaria.

¡Que no, que lo habían dicho para asustarnos y luego poder darnos una gran sorpresa como a los niños! Que no sólo no nos quedamos sin pista ¡sino que nos la ponen en medio-la-plaza-el-pueblo! ¡Si es que son unos cachondos! Y nosotros, qué benditos, que nos lo habíamos creído sin sospechar que era broma del Consistorio. Y mira que nos han dado pistas con la pista: nos decían que era para ahorrar y todos sabemos que hay dinero incluso para encargar supermaquetas de proyectos que no se van a hacer y construir taurinas plazas multiusos que no se usan. ¿Y lo del rollo medioambiental en La Florida? Yo por un momento me lo he creído. Y mira que entonces podíamos habernos dado cuenta de lo que tramaban, visto su habitual pasotismo ecológico: teniendo un solar vacío enfrente, quieren encementar el parque de Arriaga para poner la estación de bus. Pudiendo usar la línea de alta tensión de Garoña prefieren arrasar Álava construyendo una línea nueva e innecesaria… como lo era la pista de hielo hasta hace apenas dos días.

Yo pensaba que los políticos eran unos personajes muy tiesos (con coche oficial y otros gastos que luego nunca se investigan). Pero qué va, son de lo más risueño. Me muero de ganas por ver qué planean para el cercano día de los inocentes. Tal vez nos sorprendan prohibiendo de verdad fumar porros en los bares y al día siguiente encargando a Gerhy un proyecto de secadero gigante: para las toneladas de maría que una persona normal necesita para sintonizar con las decisiones municipales. Toma apología de las drogas: de las de diseño o de las de risueño, me da igual, está claro que por métodos naturales no se entiende nada. Vale, vale, otra opción más sana, para potenciar la capacidad de comprensión de la política municipal, es dar vueltas y más vueltas en la nueva pista de hielo de la Virgen Blanca, hasta entrar en trance y ver la luz del final del túnel, pero el túnel del tren chu-chú, que será el único que veamos soterrado de verdad.

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