itoria-Gasteiz se enfrenta a un reto de gran envergadura para superar las consecuencias de la pandemia, pero es necesario dar un mensaje de esperanza y fortaleza. Comenzamos el año con unos objetivos muy distintos a los actuales tras un importante acuerdo presupuestario en el Ayuntamiento, pero esa hoja de ruta se vio trastocada por la mayor crisis sanitaria, económica y social del último siglo. Y eso no solo disparó la incertidumbre, sino que obligó a tomar decisiones rápidas y a menudo dramáticas para atender lo importante: hacer frente a un virus desconocido.
El virus nos ha obligado a tomar medidas higiénico-sanitarias extraordinarias y a asumir su inevitable impacto sobre el empleo. Ha llenado de incertidumbre las previsiones de nuestros motores económicos, que se enfrentan desde hace meses a una pesadilla que afecta a la industria, al comercio y al turismo. En este sentido quiero destacar el cierre de nuestra hostelería, obligada a bajar la persiana por motivos sanitarios y que además se ha visto señalada de forma injusta. Quiero subrayar el esfuerzo de este sector a la hora de adaptarse a una situación cambiante y preocupante.
Pero mientras atendemos lo urgente no podemos desviarnos de lo que también es importante. Nuestra ciudad sufre las consecuencias devastadoras de la pandemia, pero debe tener muy presentes las líneas estratégicas que nos ayudarán, ahora más que nunca, a relanzar nuestra economía. Me refiero a cuestiones como el refuerzo de nuestro carácter industrial, la transición digital, el compromiso con la I+D, la industria 4.0 y la economía circular.
La industria forma parte de nuestro ADN (supone el 27% del PIB y un 24% del empleo) y tiene nuestro apoyo para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y el acuerdo de París sobre Cambio Climático. Reconocemos el esfuerzo de sus agentes y nos comprometemos a articular una serie de medidas englobadas en el nuevo Plan de Apoyo a la Industria, que estamos trabajando con el sector. Esta colaboración ya ha servido para dar pasos relevantes. Se ha creado una unidad de industria; se ha reforzado la coordinación interinstitucional; se han realizado importantes inversiones en los polígonos industriales; Vitoria promociona más que nunca su 'anillo' industrial con una nueva base de datos incluida en la web municipal; y trabajamos en el Plan de Movilidad a Zonas Industriales en colaboración con Tuvisa, Gilsa, el CEA.
Son solo algunos ejemplos de la necesidad de aprovechar la ventaja competitiva que supone ser una ciudad industrial. Y en un momento de crisis climática y agotamiento de recursos naturales es primordial que sumemos fuerzas para impulsar la transformación del modelo económico actual para avanzar hacia la economía circular. Por ello, la amplia trayectoria del Departamento de Promoción Económica en este sentido se ha visto reforzada con la firma del convenio con el Ihobe para elaborar el Plan Municipal de Acción de Economía Circular. Será un escalón más en una estrategia que viene de largo, como demuestra el éxito de la comunidad Pacto Verde y de sus premios, con los que se visibiliza la alianza con las empresas que son un ejemplo de desarrollo sostenible.
En definitiva, debemos redoblar nuestra apuesta por la industria y la revolución tecnológica y sumar fuerzas para facilitar la inversión, impulsar la I+D+I y avanzar hacia una economía verde para superar esta crisis. Y sobre todo, confiar en nuestras fortalezas y nuestra capacidad para atraer proyectos y talento.
Hemos trabajado, trabajamos y trabajaremos para atender las demandas de nuestras empresas, de nuestros emprendedores y de los autónomos. Podemos hacerlo gracias a la entrega y la profesionalidad de nuestros equipos y la coordinación interinstitucional. Toca aunar esfuerzos para crear nuevas oportunidades económicas y crear empleo en un momento histórico que exige altura de miras.
"Debemos redoblar nuestra apuesta por la industria y la revolución tecnológica y sumar fuerzas para facilitar la inversión, impulsar la I+D+I y avanzar hacia una economía verde"