a economía alavesa encierra un enorme potencial y una serie de fortalezas que se alinean plenamente con los objetivos marcados por la tercera gran transformación, cuyas pautas vienen marcadas por la Unión Europea, y que se resumen en la Transición Verde y la Digitalización, conocidos como el pack 'next generation'.
Álava cuenta, sin duda, con proyectos vertebradores alineados con dichas estrategias de recuperación, que además son susceptibles de ser cofinanciados a través de los fondos europeos de rescate. Parece evidente que dichos recursos están llamados a ser el desencadenante de un proceso de transición hacia la nueva realidad económica.
Ahora bien, el éxito de dicha transformación se medirá por el nivel de acierto en la potenciación de los sectores esenciales del futuro, y a que se desarrollen en el territorio ecosistemas de empresas capaces de complementarse. La apuesta de Álava se orienta hacia el aprovechamiento de los recursos económicos ya existentes, regenerando y acondicionando el suelo industrial en desuso, para destinarlo a los nuevos proyectos estratégicos.
En el ámbito de las energías verdes, la reducción de costes, particularmente de la energía fotovoltaica, y la mejora de capacidad e inteligencia de las redes eléctricas, generarán un relevante volumen de demanda para el amplio grupo de empresas alavesas y vascas relacionadas con este negocio. La moderna planta fotovoltaica Ekian instalada en Arasur, es una buena muestra de ello, fruto de la colaboración público-privada en la que pivota el desarrollo del territorio.
Por su parte, el apoyo a la movilidad inteligente y la aceleración de la digitalización de las empresas alavesas se habrá de encuadrar en la transición tecnológica-digital. La mejora de la competitividad digital en los procesos de producción, pasa por la implantación de tecnologías de ciberseguridad, el teletrabajo, la teleasistencia y la monitorización remota, así como por la automatización, la robótica colaborativa y flexible, la realidad virtual y aumentada, la fabricación aditiva, la inteligencia artificial, el Big data, Cloud y el Internet de las cosas.
Además, la posición geoestratégica de nudo de conexión entre la península y el centro del Continente, ofrece a Álava la oportunidad de potenciar las actividades de logística intermodal y conexión de tráfico de mercancías, agrupando las mercancías provenientes del área de influencia logística de Arasur y conectándolas con la actividad portuaria de Bilbao.
A todo ello se suma el potencial de aprovechamiento internacional y turístico del aeropuerto de Foronda, que enlaza con la apuesta por un turismo verde y sostenible, con un extenso territorio capaz de combinar actividades en bosques y montaña, con una actividad enológica reconocida en todo el mundo.
En resumen, la economía alavesa cuenta con una base sólida bases para una transitar hacia la nueva economía que se está esbozando en la Unión Europea, como marco de referencia en el que se incardina.
De lo que no cabe duda es que, al igual que ha sucedido en los primeros meses de esta súbita e inédita crisis, en Kutxabank estamos firmemente comprometidos en mantener un papel activo en la canalización de las medidas de estímulo que se orienten hacia la recuperación, una financiación que va a ser fundamental para fortalecer y sentar las bases de esta nueva economía.
Como siempre, continuaremos acompañando a las empresas e instituciones alavesas en esta ilusionante transición, con el objetivo compartido de que el tránsito hacia la nueva era sea, una vez más, un viaje de oportunidades aprovechadas.
"En Kutxabank estamos firmemente comprometi-dos en mantener un papel activo para cana-lizar medidas para la recu-peración"
"La apuesta de Álava se orienta hacia el aprovecha-miento de los recursos económicos ya existentes, regenerando el suelo industrial en desuso"