- La reforma de las pensiones, las fórmulas en apoyo del poder adquisitivo, el reto de la inmigración, la visión europea o la guerra de Ucrania son alguno de los retos a los que se enfrentará durante los próximos cinco años Emmanuel Macron, reelegido ayer para un segundo mandato.

En el ámbito económico, tras presumir de haberlo mejorado en los últimos cinco años gracias a las bajadas de impuestos, Macron persigue compensar el aumento de la inflación con ayudas puntuales, como una prima exenta de cotizaciones que las empresas pueden dar a sus trabajadores. También aboga por acabar con la tasa audiovisual que pagan la mayor parte de los franceses.

Cuando presentó su programa electoral para los próximos cinco años, Emmanuel Macron propuso retrasar la edad mínima de jubilación de 62 a 65 años de forma paulatina, aunque con excepciones para los oficios más duros, al tiempo que apuesta por aumentar la pensión mínima hasta los 1.100 euros mensuales e indexar todas las pensiones con la inflación. Este anuncio le generó fuertes críticas, tanto de Marine Le Pen, que proponía mantener la edad de jubilación en los 62 años pero permitiendo que se jubilen con 60 quienes hayan comenzado a trabajar antes de los 20 y acumulen 40 años cotizados, como del candidato izquierdista Jean-Luc Mélenchon. Sin embargo, en la última semana de campaña Macron se mostró dispuesto a que se evalúe la necesidad de subir la edad hasta los 64 o 65 años.

En esta materia, Macron promete continuar con la actual política pero endureciendo la concesión de visados para estancias de larga duración, que condicionaría a la superación de un examen de francés y a demostrar una inserción profesional.

El presidente francés, que tuvo un papel destacado para prevenir la invasión aunque terminó fracasando, apuesta por ayudar militarmente a Ucrania, facilitar la acogida de refugiados de ese país e imponer duras sanciones a Rusia.

Respecto a la Unión Europea, Macron propone pasar de una Europa de la cooperación a una Europa convertida en potencia internacional, más soberana (sin dependencia energética o militar del exterior) y capaz de competir con Estados Unidos y China en todos los niveles.

El desarrollo de energías renovables en paralelo a la nuclear, introducir un impuesto al carbono a nivel europeo, fomentar el coche eléctrico y financiar la renovación de 700.000 viviendas al año para que consuman menos energía, figura en el programa electoral como fórmula para reducir la dependencia del petróleo y el gas ruso.

El presidente es favorable a convocar referendos, pero no a dar al pueblo la posibilidad de pedir la destitución de cargos públicos a través de la recogida de firmas. Apuesta por reformar la Constitución para incrementar la proporcionalidad en la Asamblea Nacional y para que el mandato del presidente vuelva a ser de siete años.

Castigo rural. Las grandes ciudades versus la Francia vaciada. Las centenas de seguidores de la ultraderechista Marine Le Pen achacaron la amarga derrota de su candidata al voto urbano, que les penaliza ante un Emmanuel Macron que obtuvo rotundas victorias en las metrópolis. “Las proposiciones de Macron están centradas a los que viven en las ciudades, con temas como la ecología. Esa ha sido la principal clave de la derrota”, consideró Luc, un militante de las afueras de París jubilado desde hace unos meses. Con semblante circunspecto, el hombre resumía el mal sabor de boca que dejó esta elección, en la que, no obstante, la ultraderecha francesa batió récord de votos, con en torno a 12 millones.

Herido un cura

Un hombre dejó malherido ayer a un cura en una iglesia de la ciudad de Niza con un cuchillo y provocó cortes superficiales a una religiosa antes de ser arrestado por las fuerzas policiales. El agresor es un desequilibrado mental, lo que excluye la hipótesis de un atentado terrorista, anunciaron las autoridades. Al ser arrestado dijo a los agentes que era judío y que había querido matar al presidente francés, Emmanuel Macron, en la jornada electoral. Pero en lugar de eso, finalmente se decidió a cometer una agresión en una iglesia.

Macron

Macron acudió, como es habitual en las jornadas electorales, a su colegio de votación en el Palacio de Congresos de esta ciudad turística de la costa del norte de Francia. El ya presidente saludó a decenas de personas, entre ellos, un hombre al que besó la calva para buscar la buena suerte, como lo había hecho dos semanas antes en la primera vuelta, y como dicta la tradición francesa.

Le Pen

Le Pen votó en su feudo electoral de Hénin Beaumont, una pequeña ciudad próxima a la frontera belga al norte del país. La líder ultraderechista fue al colegio electoral acompañada del alcalde de Hénin Beaumont, Steeve Briois, que es de su partido, la Agrupación Nacional (RN).