- Una periodista vetada en el debate presidencial, reporteros censurados en las conferencias de prensa: La elección del nuevo presidente de Francia muestra las malas relaciones entre el poder político y la prensa.

Esta semana saltó a los medios que la presentadora de los informativos de France2, Anne-Sophie Lapix, ha sido vetada por los equipos de Emmanuel Macron y Marine Le Pen para moderar el debate electoral televisivo que enfrentará a los candidatos el próximo miércoles.

El número dos de Le Pen, Jordan Bardella, admitió públicamente que su líder no quería a Lapix porque “no logra disimular su hostilidad hacia Le Pen”. Por el lado de Macron, consideran que Lapix es “demasiado crítica y declinante”.

Para el historiador de periodismo Alexis Lévrier se trata de un caso “escandaloso” pero coherente con las relaciones que la jefatura del Estado francés mantiene con la televisión. “Es un problema de la V República, que fue concebida por Charles de Gaulle como un régimen de inspiración monárquico que concebía el audiovisual como la voz de Francia. Decía: La prensa escrita está contra mí, así que la televisión es mía”, explica Lévrier.

La libertad de prensa se ha convertido en esta segunda vuelta en un arma arrojadiza entre los candidatos, a quien los sondeos dan un resultado muy ajustado, con un escaso 55% a favor de Macron.

Tras anunciar tardíamente su candidatura, Macron se negó a participar en los debates con sus contrincantes en la primera vuelta, actitud aprovechada por Le Pen para denunciar que desprecia a la prensa.

La líder de la ultraderecha también se ha quejado esta semana de que el rechazo del liberal a dar entrevistas se ha traducido en que sus propios encuentros mediáticos son anulados. Irónicamente, minutos después Le Pen tuvo que justificarse por denegar sistemáticamente la acreditación del equipo de televisión de Quotidien: “Estoy en mi casa y aquí decido yo”, dijo. Le Pen rehusó toda relación con ellos en 2013, después de que sus reporteros revelaran que el partido hacía pasar a sus concejales por ciudadanos en encuentros grabados.