- El blindaje de las fronteras, su externalización y los retornos son las áreas donde más ha avanzado el Pacto Europeo de Migración y Asilo presentado en 2020, mientras que las que requieren mayor solidaridad y reparto de la carga siguen bloqueadas y sin avance aparente, según la Fundación porCausa.

Es el balance que presentó ayer la organización para analizar los avances que se han materializado desde que hace 15 meses la Comisión Europea publicara el nuevo pacto que, a su juicio, debería haber supuesto “el punto final a cinco años de improvisación e insolidaridad” desde la crisis de acogida de 2015.

Lamenta que su desarrollo sea un “pretexto” para enmarcar cualquier decisión que afecte a la migración y al asilo y una “excusa perfecta” para que las medidas excepcionales -como las propuestas para acelerar las devoluciones en la frontera entre Bielorrusia y la UE- y la improvisación sigan guiando las políticas europeas.

Una de las autoras del informe, Ana González-Páramo, aseguró que en el afán de establecer un marco europeo común migratorio “se ponen en el mismo saco” políticas de asilo, retornos y control fronterizo, lo que genera “incoherencias” jerárquicas y competenciales. “No hay una respuesta a la altura del reto migratorio que tiene Europa, parece que no hay nadie al timón”, ha subrayado la investigadora.

Respecto al control migratorio, ha reprochado que la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) haya sido “premiada” y se erija en una agencia del retorno, así como que la nueva base de datos de huellas dactilares para identificar a solicitantes de asilo e inmigrantes en situación irregular (Eurodac) se haya convertido en una “herramienta de vigilancia masiva”.

También advirtió de la posibilidad de que la nueva Agencia de Asilo de la UE se convierta en un “amable complemento” de Frontex y lo que no se haya frenado en la frontera, se trate de reubicar en terceros países.