El presidente francés, Emmanuel Macron, reconoció hoy que mantiene varios temas de tensión con el Reino Unido y aseguró que, pese a la amistad que une a ambos países, está deseando "trabajar con un Gobierno serio".

"Me gusta el Reino Unido, me gusta su pueblo, tengo ganas terribles de tener un gobierno que desee trabajar de buena fe con nosotros", dijo Macron en la rueda de prensa de presentación de las prioridades de la presidencia gala de la UE que empieza el próximo día 1. Agregó que entre París y Londres "las relaciones actuales son difíciles" porque "el actual gobierno británico no hace lo que dice".

Macron se refirió a la diferencia sobre pesca que mantienen ambos países, después de que el Reino Unido se negara a otorgar a pescadores franceses todas las licencias para faenar en sus aguas que exige Francia en aplicación de los acuerdos del Brexit. En ese contexto, en el que mañana expira el plazo otorgado por la Comisión Europea antes de aplicar sanciones contra los británicos, Macron reconoció que "se han producido avances".

También aludió a las tensiones migratorias en el Canal de la Mancha, que han alimentado la tensión entre ambos países. Macron recordó que esos emigrantes "quieren llegar a suelo británico" porque allí no hay reglas legales de petición de asilo ya que "desde los años 80 existe un sistema opaco en el que el modelo económico reposa sobre el trabajo ilegal de extranjeros".

El presidente pidió que Londres vuelva a comprometerse en la política de control de la inmigración para solucionar "esta crisis humanitaria". También se refirió al contrato para la venta de submarinos a Australia, que Reino Unido firmó junto a Estados Unidos desplazando así a Francia y que consideró que "no es un signo de amistad".