Portugal aplica desde este miércoles nuevas restricciones sanitarias, tras la entrada en vigor de un estado de calamidad que, según ha reconocido el primer ministro, António Costa, podría dar paso a medidas más contundentes de cara a Navidad si se considera "necesario" para contener el repunte de la pandemia de covid-19. Este jueves, se ha registrado el peor dato de contagios desde el mes de febrero.

Desde la pasada medianoche, la mascarilla vuelve a ser obligatoria en todos los espacios cerrados y se exigirá el certificado covid para acceder a ciertos lugares como restaurantes o gimnasios. También vuelven los controles en frontera terrestre, donde se exigirá el certificado, mientras que quienes lleguen por aire deberán presentar una prueba negativa.

El estado de calamidad --un escalafón por debajo del de emergencia-- refleja la preocupación de las autoridades por el aumento de la incidencia, a pesar de que Portugal es el país de la UE con mayor tasa de vacunación contra la covid19. La irrupción de la variante ómicron y las fiestas inminentes han hecho aumentar la preocupación de cara a lo que puede ocurrir en próximas semanas.

El Gobierno ya ha anunciado que en la primera semana de 2022 será obligatorio el teletrabajo cuando sea posible y el ocio nocturno permanecerá cerrado, pero Costa ha abogado este miércoles por estar "siempre atentos", según el diario luso 'Publico'. En este sentido, el primer ministro ha dicho: "Si es necesario, aquí estaremos para adoptar nuevas medidas".

Costa, que ha defendido la suspensión de las conexiones aéreas con la zona sur de África, ha advertido de que los primeros indicios apuntan a que la variante ómicron es más transmisible, a pesar de que su sintomatología no sería "muy diferente" a otras ya conocidas y, por tanto, no tendría por qué ser más perjudicial para la salud.

MÁS DE 4.600 CASOS EN UN DÍA

Portugal tiene registrados más de 1,1 millones de casos desde el principio de la pandemia, mientras que el dato de fallecidos supera los 18.400. El repunte de los contagios ya llevado al país a datos que no registraba desde principios de febrero, ya que la Dirección General de Salud (DGS) ha notificado 4.670 nuevos positivos.

También empeora el balance hospitalario, con 841 pacientes ingresados, 116 de ellos en unidades de cuidados intensivos.