El Parlamento Europeo pidió este jueves pasos concretos para hacer realidad el Espacio Europeo de Educación en 2025, con objetivos más ambiciosos para reducir el abandono escolar, aprender al menos otras dos lenguas oficiales de la Unión Europea e introducir una dimensión europea más fuerte en los planes de estudios escolares.

En un informe aprobado por 483 votos contra 25 y 52 abstenciones, la Eurocámara pidió pasos concretos, con objetivos alcanzables y plazos de actuación, para crear un "Espacio Europeo de Educación para 2025" y reducir las preocupantes disparidades entre países de la Unión Europea e incluso dentro de cada Estado miembro.

Los eurodiputados pidieron medidas para reconocer mutuamente los resultados del aprendizaje en la UE y hacer que los sistemas nacionales de educación y formación sean más inclusivos.

"Si bien la educación de nivel universitario siempre ha tenido una dimensión internacional, la educación primaria y secundaria están fuertemente arraigadas en contextos nacionales y regionales específicos", constató la eurodiputada popular Michaela Sojdrová, ponente del informe.

Pese a ser consciente de que no será una tarea fácil, la ponente destacó que el objetivo es lograr "el reconocimiento automático de los títulos universitarios y secundarios, certificados de aprendizaje y otras calificaciones".

"Debemos garantizar cuanto antes que la Unión Europea tenga un enfoque integral y asegure una educación de calidad, inclusiva, accesible y asequible para todos, sin dejar a nadie atrás", subrayó el eurodiputado socialista Marcos Ros, ponente en la sombra de este informe.

Según Eurostat, en 2020 una media del 17,6% de las personas de entre 20 y 34 años no trabajaba ni estudiaba en la UE.

Como punto de partida, los eurodiputados piden a la Comisión y a los Estados miembros establecer objetivos educativos de la UE más ambiciosos, reduciendo la proporción de abandono escolar del 10 % actual al 5 %.

Solicitan también el reconocimiento mutuo de competencias, cualificaciones, diplomas y títulos en toda Europa, así como los períodos de estudio en el extranjero, incluida la educación profesional y mediante microcréditos europeos.

Los eurodiputados defienden igualmente que se garantice que todos los alumnos de la UE tengan un conocimiento suficiente de al menos otras dos lenguas oficiales de la UE al final de la educación secundaria, con especial énfasis en el aprendizaje del inglés.

Otro punto importante para ellos es incorporar una mayor perspectiva europea en los planes de estudio y los programas de formación del profesorado.