Francia comenzará esta medianoche a aplicar las primeras medidas de represalia contra los pescadores británicos como señal de protesta contra la limitación de licencias a los pesqueros franceses, en un contexto de escalada de la tensión con el Reino Unido, que insta a París a abandonar sus amenazas.

La presidencia gala señaló a última hora de la tarde del lunes que las negociaciones entre representantes de la Unión Europea y de los ministerios de Pesca francés y británico, iniciadas a las 14:00 hora local, seguían activas.

Las medidas entrarán en vigor esta medianoche si no se registra ningún avance, después de que el presidente Emmanuel Macron advirtiera este domingo tras la cumbre del G20 en Roma que "la pelota está en el tejado" de Londres, confirmaron este lunes fuentes del Elíseo a la prensa local.

A su llegada a Glasgow, para participar en el COP26, el francés se reunió este lunes con su homólogo británico, Boris Johnson, con quien intercambió un saludo de codos y varios minutos de charla y sonrisas de cortesía ante las cámaras.

Pero la amenaza sigue vigente y a partir de esta misma noche los barcos de pesca británico verán vetado el acceso a los puertos franceses. Francia promete además endurecer los controles sanitarios y aduaneros con el Reino Unido y limitar las importaciones de pescado británico.

Olivier Lepretre, el presidente del Comité de Pesca de Boulogne-sur-Mer, una de las principales localidades afectada por el conflicto pesquero, señaló en una rueda de prensa que las medidas de represalia "están muy bien" pero desconfió de que Johnson se quede de brazos cruzados.

"Si la situación permanece bloqueada, los pescadores van a mostrar los dientes, tienen que trabajar y poder pescar en aguas británicas como viene siendo desde el inicio de los tiempos", dijo Lepretre.

La solución francesa también es temida por sus pescadores, pues la mercancía que llega desde el Reino Unido representa una parte importante del negocio de las empresas que procesan el pescado inglés y son un motor de empleo.

SOLUCIÓN EN 48 HORAS

"Dejad de amenazar a los pesqueros del Reino Unido, dejad de amenazar los puertos del canal de la Mancha y aceptad que tenemos todo el derecho de asignar licencias de pesca en virtud del acuerdo", defendió la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, este lunes en la cadena Sky News.

Truss aseguró además que reclamarán las medidas compensatorias del acuerdo comercial fijado con la Unión Europea tras el brexit si "no hay una solución en 48 horas".

El secretario francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, resaltó este domingo en Twitter que más del 40 % de las peticiones de licencia hechas por pesqueros franceses siguen sin recibir respuesta, y que aunque el 90 % de las licencias comunitarias han sido aceptadas, las que faltan son todas francesas.

"Después de diez meses, cuando falta un número tan significativo de licencias de un solo país, no se trata de un problema técnico, es una decisión política y una ruptura del Tratado de Comercio y Cooperación. Un amigo, aliado y socio responsable debería mantener su palabra y cumplir con sus compromisos legales", añadió Beaune.

En una carta del primer ministro francés, Jean Castex, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, Francia pedía este fin de semana que la UE dé un paso al frente para oponerse al Reino Unido en este conflicto y que coopere para no dañar "la credibilidad futura de la UE".

Para Castex, la actitud británica crea un precedente y plantea dudas sobre la credibilidad europea y su capacidad de defender sus derechos en tratados comunitarios.

En la misiva, el primer ministro galo hablaba también de solicitar la aplicación de medidas de corrección si no hay un acuerdo satisfactorio con Londres.

El acuerdo del brexit establece que los pescadores pueden faenar en aguas británicas siempre que obtengan la licencia y tras probar que ya pescaban en dicha zona antes, pero los profesionales franceses están teniendo problemas para presentar todos los documentos que exige el Reino Unido.