- El Ejecutivo del socialista António Costa, que gobierna Portugal en minoría con 108 de los 230 escaños, negocia contra reloj los Presupuestos Generales de 2022 con el riesgo de que si antes del martes, día de la votación, no logra el apoyo de algún socio de la izquierda podrían convocarse elecciones anticipadas. Con el apoyo de los comunistas, que suman 12 escaños, o con los 18 diputados del Bloque de Izquierda (BE), el Gobierno socialista salvaría los presupuestos, pero en las últimas dos semanas las negociaciones con unos y con otros siguen estancadas.

El viernes por la noche, la Comisión Política Nacional del Partido Socialista (PS) daba luz verde a Costa para que cediera ante las pretensiones del Partido Comunista, con el fin de que el salario mínimo aumentara 40 euros durante el próximo año y que en 2025 fuera de 850 euros, además de un mayor esfuerzo para los transportes públicos y apoyo a las pequeñas empresas. Nadie desea elecciones, aseguraba Costa a los periodistas en las últimas horas, aunque todo indica que si los Presupuestos Generales no salen adelante, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, convocaría elecciones anticipadas.

Costa afirma que respeta la decisión del presidente luso, aunque advierte que está preparado para seguir gobernando, en caso de que sean tumbados los presupuestos. El argumento de mayor peso por parte del jefe del Estado para que se celebren comicios radica en los Fondos de Recuperación otorgados por la UE, de los que Portugal recibirá 9.760 millones entre lo que resta de año y 2022. Con esa esperada inyección para sortear la crisis de la pandemia, Portugal debe tener unos nuevos Presupuestos Generales.

En la mañana de ayer se produjo un nuevo acercamiento del Ejecutivo con sendas reuniones celebradas con el BE y con el Partido Comunista Portugués (PCP). Primero se reunió con el PCP y posteriormente con el Bloque Izquierda que lidera Catarina Martins. El BE, que propuso en los últimos días una paquete de nueve medidas sobre avances sociales para incluirlas en los Presupuestos Generales, aseguraba tras la reunión, que, de momento, no habían podido avanzar.

Así, la Comisión Política del BE propondrá hoy a la Mesa Nacional del partido el voto en contra de los Presupuestos Generales. Eso sí, desde el mismo partido han dejado claro al gobernante PS que hasta el día de la votación, el próximo martes, pueden continuar las negociaciones que propicien un acercamiento.

Por otro lado, el secretario general del PS, José Luís Carneiro, insistía ayer a las dos formaciones de izquierdas que el borrador presentado “es responsable” y se identifica con los ideales de la izquierda.

La afamada geringonça, que sirvió para que el PS tuviera como socios de gobiernos al BE y PSP en la pasada legislatura (2025-2019), se desvanece en el actual mandato, donde los socialistas gobiernan en solitario. Mientras tanto, el principal partido de la oposición, el PSD, que tiene 79 diputados en el Parlamento luso y ha anunciado que votará en contra, sigue inmerso en una crisis de liderazgo, por lo que el próximo 4 de diciembre medirán sus fuerzas el actual presidente, Rui Rio, y su rival, Paulo Rangel.