- El conservador Alexander Schallenberg, hasta ahora ministro de Exteriores de Austria, prestó ayer juramento como nuevo canciller federal, en sustitución de Sebastian Kurz, quien dimitió el sábado al ser investigado por corrupción. La ceremonia tuvo lugar en el Hofburg, la sede de la Presidencia de la república alpina, donde el jefe del Estado, el ecologista Alexander van der Bellen, procedió primero a cesar a Kurz como canciller federal, tal y como él lo había “pedido”.

El nuevo ministro de Exteriores, en lugar de Schallenberg, es Michael Linhart, un diplomático de 63 años y hasta ahora embajador en Francia, quien también asumió sus nuevas funciones en el mismo acto. Con esta remodelación de la cúpula del Ejecutivo, que permite la continuidad de la gestión de la coalición de conservadores y verdes en el poder, el presidente de la república considera superada la crisis de gobierno desatada la semana pasada, cuando la Fiscalía anticorrupción reveló que estaba investigando a Kurz.

No obstante, Van der Bellen advirtió ay era los dos nuevos responsables de la política del país, así como al vicecanciller y líder del partido Los Verdes, Werner Kogler, de la “gran responsabilidad” que afrontan ahora, tras el escándalo por corrupción, para “recuperar la confianza de la población”. “Por mi parte, confío en que los socios de la coalición consigan crear una base viable para una cooperación gubernamental estable”, subrayó el jefe del Estado.

Kurz, de 35 años y líder del conservador Partido Popular (ÖVP), anunció el pasado sábado, tras reiterar su inocencia, su dimisión a la jefatura del Gobierno, proponiendo a Schallenberg como sustituto, aunque sin alejarse del poder, ya que asumirá la dirección del grupo parlamentario de su formación. La Fiscalía anticorrupción acusa a Sebastian Kurz, a nueve de sus colaboradores y al ÖVP como partido, de malversación y desfalco de dinero público para encargar y luego publicar encuestas manipuladas.