- Unos 12 millones de italianos podrán votar el domingo y el lunes en más de mil ciudades, entre ellas Roma y Milán, una cita en la que la mayor fuerza de la izquierda del país, el Partido Demócrata (PD), y el transversal Movimiento 5 Estrellas (M5S) medirán su unión y, con ella, su capacidad para frenar a la derecha, que, a su vez, podrá constatar si dispone de tanto apoyo como para aspirar a elecciones.

Será clave el resultado que obtengan los partidos, sobre todo, en cinco grandes ciudades: Bolonia, Nápoles, Milán, Roma y Turín. En las dos primeras el M5S y el PD concurren con el mismo candidato, y en las otras tres van por separado.

El secretario nacional del PD y ex primer ministro, Enrico Letta, admitió que son unas elecciones cruciales para su formación y para él mismo, porque son las primeras desde que asumió el liderazgo del PD el pasado marzo. “Veremos si el viento de izquierdas que sopla en Alemania llega también a Italia”, subrayó.

El M5S y el PD se presentan unidos en Bolonia, con Matteo Lepore, y en Nápoles, con Gaetano Manfredi, y en ambos casos parece que se harán con la alcaldía. Sin embargo, van separados en Milán, donde el candidato del PD, Giuseppe Sala, encabeza los sondeos; Roma, donde lo hace el de la derecha Enrico Michetti (apoyado por la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia); y Turín, donde la batalla está reñida entre el derechista Paolo Damilano (Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia) y Stefano Lo Russo (PD).

La cita servirá también para que Salvini y Meloni vean qué simpatías cosechan y si el apoyo del que disponen es tanto como para pedir unas elecciones que les lleven al poder. Salvini ha llevado a la Liga de tener un respaldo del 4% en 2013 a un 17% en las generales de 2018 y hasta hace pocos meses ostentaba un 30% de las simpatías a nivel nacional, pero recientemente le amenaza con quitarle el trono de la derecha la llegada de Giorgia Meloni, dirigente de Hermanos de Italia, el único partido que no se ha sumado al Gobierno de Draghi.