Austria, donde ya hay más de 44.000 afganos llegados en los últimos años, no está dispuesta a aceptar más, según el canciller federal austríaco, Sebastian Kurz, para quien la política de acogida ilimitada de la Unión Europa (UE) de 2015 fue un "error" que no debe repetirse. "Todos los gobiernos europeos tienen claro que hay que luchar contra la inmigración ilegal y que las fronteras exteriores de Europa deben ser seguras. No debemos repetir de ninguna manera los errores de 2015: entrada ilimitada. También porque las condiciones han cambiado desde entonces en varias partes del mundo", señaló Kurz en una entrevista que publicaba ayer el diario italiano La Stampa.

Según el mandatario, "para que no haya más flujos como hace seis años, tenemos que romper el modelo de negocio de los contrabandistas de seres humanos, detener a los migrantes irregulares en las fronteras exteriores y devolverlos a sus países de origen o a terceros países seguros". "Con más de 44.000 afganos que han entrado en nuestro país en los últimos años, Austria ya alberga la cuarta comunidad afgana más grande del mundo, si consideramos la distribución de migrantes por número de habitantes. Hay muchos más refugiados afganos con nosotros que en Italia u otros Estados de la UE. Solo este año, nos han llegado unos 8.000 refugiados, una quinta parte de Kabul, a través de la ruta balcánica, aún abierta", explicaba Kurz, que decía que su "posición es realista: la integración de los afganos es muy difícil y requiere un gasto de energía que no podemos permitirnos".

La complicada integración de los afganos, según él, se explica por "su nivel educativo, en su mayoría bajo y divergente en los valores fundamentales" y dice que "más de la mitad de los jóvenes afganos que ya viven en Austria apoyan la violencia cuando se ofende a su religión".

Preguntado sobre si Europa debe negociar con los talibanes, Kurz afirmaba: "La respuesta es sí, la UE puede y quiere ejercer presión junto con sus socios internacionales. Además, debería concentrarse en apoyar a los Estados vecinos, para que se ocupen de los refugiados y de la lucha contra el terrorismo islámico, especialmente el ISIS-K".

Por su parte, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, avisó ayer de que la crisis en Afganistán "no ha acabado" y defendió los contactos con los talibanes para continuar las evacuaciones de nacionales europeos y afganos colaboradores de Occidente, sin generar "efecto llamada".

En un debate en el Parlamento Europeo centrado en la situación en Afganistán, el jefe de la diplomacia admitió que la caída del país en manos de los talibanes es "una tragedia para los afganos, un revés para Occidente y un potencial cambio para el orden internacional". "No queremos que la oferta para ofrecer protección a afganos en riesgo sea considerado un efecto llamada, pero queremos proteger a muchos afganos que merecen nuestra protección. Y hay muchos", subrayó Borrell, para recalcar que para eso el bloque debe discutir con los talibanes cómo hacer posible esta iniciativa.

En todo momento, Borrell rechazó el paralelismo con 2015, cuando la crisis en Siria supuso una oleada migratoria sin precedentes a Europa. A su juicio, el objetivo ahora debe ser llegar a cinco millones de afganos en el norte del país amenazados de hambruna. "Hay que salvarles o intentarlo, por razones humanitarias y no por que si no lo hacemos emigren y provoquen un problema en casa", manifestó.

En parecidos términos se expresó el primer ministro italiano, Mario Draghi, que subrayó ayer que los países occidentales deben "proteger a quienes deciden abandonar Afganistán" y que la Unión Europea no puede "ignorar el drama de estas personas ni el alcance histórico de estos acontecimientos".

Draghi recordó, en un acto organizado en Bolonia , al norte de Italia, que "Italia ayudó a 5.000 afganos a escapar de los enormes riesgos a los que estaban expuestos", un esfuerzo "importante" del que el país debe "estar orgulloso, pero que no puede acabarse ahora".

"La integración de los afganos requiere un gasto de energía que no podemos permitirnos"

Canciller de Austria

"No queremos que la protección a afganos en riesgo sea considerada un efecto llamada"

Alto Representante UE Política Exterior