- Un hombre de 38 años, que luchaba contra el fuego en los suburbios del norte de Atenas, falleció ayer tras sufrir una herida en el cráneo durante las labores de extinción, que intentan contener los más de 50 incendios activos por todo el país en el décimo día de una ola de calor extremo histórica. Según informó el hospital al que fue ingresado en estado crítico, el hombre iba junto a otro bombero voluntario en una moto cuando un poste eléctrico de alta tensión cayó sobre él.

Se trata del primer fallecido en una serie de incendios que ha arrasado miles de hectáreas por toda Grecia, ha provocado la evacuación de docenas de poblaciones y desplazado a miles de vecinos y turistas. Hasta ahora todos los heridos habían sido casos leves de quemaduras o intoxicación por inhalación de humo, en gran parte gracias al sistema de alerta por sms, aunque dos bomberos resultaron hoy heridos en el Peloponeso al volcar su camión debido a la falta de visibilidad causada por el denso humo.

El viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Jardaliás, afirmó que era el día más complicado en la lucha contra el fuego por la intensidad de la ola de calor, que ha recalentado el país en los últimos diez días, y la llegada de intensas rachas de viento del oeste, previstas de hasta fuerza 6 en la escala Beaufort en algunas de las zonas afectadas por el fuego.

Los incendios más graves se encuentran en la capitalina región de Ática, la isla de Eubea, el Peloponeso (Mesenia, Mani y Élide), Ftiótide, en el centro del país, y Grevená, en el norte.

En la capital, la mayoría de semáforos están inoperativos desde el centro de Atenas hasta los suburbios del sur y se han anunciado cortes de electricidad temporales en distintas partes de la región capitalina para evitar que caiga el suministro eléctrico general.

El mayor operativo de extinción está desplegado sobre Ática, donde Jardaliás informó de que se encuentran 450 bomberos, tres helicópteros y siete hidroaviones, mientras cientos de bomberos se encuentran en los demás frentes.

Para colaborar en la extinción han acudido dos aviones y 83 bomberos franceses, que llegaron la noche del jueves y están presentes en el fuego del monte Parnés, así como 40 bomberos chipriotas.

Grecia espera además la llegada hoy de tres helicópteros enviados desde Suiza, un avión desde Croacia, 122 bomberos y 23 vehículos desde Rumanía, dos aviones desde Suecia, un avión de patrulla estadounidense y 16 bomberos israelíes.

Por lo que respecta a Turquía, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, informó ayer de que los servicios de Bomberos del país han logrado controlar un total de 196 incendios forestales en 44 provincias durante los últimos nueve días, aunque ocho focos todavía seguían ayer activos sin contener.

Los focos descontrolados estaban en seis provincias: Adana, Antalya , Aydin, Denizli, Isparta y Mugla, dentro de una ola de incendios que comenzaron el 28 de julio en el sur y el suroeste del país, y que han dejado al menos ocho fallecidos.

El Gobierno esperaba tener bajo control todos los focos este fin de semana gracias a la intervención de los efectivos nacionales -con 16 aviones, 56 helicópteros y 850 camiones cisterna- y la colaboración internacional de países como Ucrania y España, que aporta dos aviones anfibios.

Más de 6.500 personas y más de 1.800 vehículos están involucrados en operaciones para contener los incendios forestales a la espera de un posible contingente de ayuda adicional procedente de Estados Unidos, según el ministro de Exteriores, Mehmet Cavusoglu. Turquía atraviesa una ola de incendios casi sin precedentes: frente a la media de 17.578 hectáreas quemadas entre el 1 de enero y el 5 de agosto en los años de 2008 a 2020, el tamaño de este año es nueve veces superior al promedio, con 157.482 hectáreas arrasadas.