- El Gobierno de Bulgaria anunció ayer que mantiene el veto al inicio de las negociaciones de adhesión de Macedonia del Norte a la Unión Europea, y que esa será la posición que llevará a la reunión de ministros de Exteriores el próximo martes en Luxemburgo.

La visita a Sofía del primer ministro macedonio, Zoran Zaev, donde fue recibido por su homólogo búlgaro en funciones, Stefan Yanev, no logró desbloquear la situación. Yanev confió en que se pueda crear un ambiente favorable al diálogo entre ambas capitales que ayude a resolver las diferencias, y reiteró que Bulgaria apoya la entrada de los países de los Balcanes Occidentales en la UE.

La Comisión Europea propuso el año pasado que se iniciasen las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte, pero Bulgaria mantiene su veto porque exige a Skopje que reconozca que la nación y la lengua macedonias tienen raíces búlgaras. Por su parte, Skopje rechaza que cuestiones de identidad nacional se utilicen para bloquear su camino hacia la UE. Sofía, además, exige que se elimine de todos los libros de texto las referencias a su país como “fuerza invasora fascista” durante la II Guerra Mundial.

En la II Guerra Mundial Bulgaria fue aliada de la Alemania nazi y ocupó el territorio de lo que ahora es Macedonia del Norte, que considera ese período una “ocupación fascista búlgara”.

Bulgaria lo niega y afirma que sus fuerzas “liberaron” a sus “hermanos” del oeste, y reclama que Macedonia deje de usar el término “ocupación fascista” en sus libros de historia y que elimine esa mención en los monumentos de la II Guerra Mundial.

Bulgaria considera que los eslavos de Macedonia del Norte son búlgaros que hablan un dialecto regional del búlgaro, pero a quienes el régimen comunista de la desaparecida Yugoslavia les dio en 1944 una nueva identidad y un idioma “inventado”.

Desde 2005, Macedonia del Norte ha sido país candidato para entrar a la UE y antes del bloqueo búlgaro ya tuvo que sortear el veto griego.