- La dirigente unionista Arlene Foster presentó ayer su dimisión formal como ministra principal de Irlanda del Norte ante la Asamblea autónoma, donde aseguró que seguirá trabajando por los derechos de las mujeres y los menores, con especial atención al acoso que sufren en las redes sociales. Con su discurso de despedida evocó algunos episodios personales en los que fue acusada “falsamente” de corrupción y por los que tuvo que “defenderse vigorosamente para limpiar mi nombre”, subrayó la exlíder del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP).

El nuevo líder de la formación, Edwin Poots, ha designado al parlamentario Paul Givan para dirigir el Ejecutivo de Belfast, en el que su socio principal es el nacionalista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

De acuerdo con las normas del Gobierno de poder compartido, la salida de la ministra principal también deja vacante el puesto de “número dos”, que hasta ahora ha ocupado la dirigente del Sinn Féin Michelle O’Neill.

Los nacionalistas disponen de siete días para presentar a su candidato a ese cargo, pero si no hay acuerdo el Gobierno británico estaría obligado a convocar unas elecciones anticipadas.

Desde que Foster anunció su dimisión el pasado abril, las dos partes habían indicado que no habría problemas para completar ese proceso, pero el Sinn Féin arrojó dudas en las últimas horas, al cuestionar el compromiso de Poots sobre cuestiones ya cerradas en las anterior legislatura. “Deseo lo mejor a mis sucesores como ministro principal y líder del partido, y quiero agradecer a los políticos de todo el espectro político por sus buenos deseos”, declaró Foster en su intervención.

La política protestante anunció su dimisión el pasado abril, después de que dirigentes del DUP descontentos con su gestión del Brexit organizaron una revuelta interna.