- La Comisión Europea presentó este miércoles un plan para luchar contra las finanzas de las organizaciones criminales en la Unión Europea, que en 2019 obtuvieron unos ingresos de 139.000 millones de euros, un 1% del PIB europeo.

El vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, aseguró que Bruselas “va detrás del dinero” y pretende “golpear a los delincuentes donde más les duele, socavando su modelo de negocio”, dijo en la presentación de la estrategia con la que pretende luchar contra el crimen organizado en los próximos 5 años.

El 80% de estas organizaciones utilizan empresas legales como tapadera, como “floristerías, tiendas de sushi, peluquerías, compañías de transportes”, para blanquear el dinero, comentó la comisaria de Interior, Ylva Johansson. La crisis económica a raíz de la pandemia de coronavirus incrementa el riesgo de que las organizaciones criminales adquieran empresas en dificultades, “aumentando las posibilidades” para que blanqueen el dinero.

Los grupos de delincuencia organizada operan en una variedad de actividades delictivas, siendo las más frecuentes el tráfico de drogas, la delincuencia inmobiliaria organizada, el fraude, el contrabando de migrantes y la trata de seres humanos. Además, tras la aparición del SARS-CoV-2, han vendido productos sanitarios falsificados.

Entre las medidas que Bruselas presentó está una ampliación de las directivas contra el blanqueo de capitales y de las leyes anticorrupción, así como promover la cooperación policial entre los países de la UE a través de Europol. Y es que el 70 % de los grupos criminales están activos en al menos tres países de la UE.

La Comisión también quiere luchar contra el tráfico de seres humanos y estudiará la posibilidad de tipificar como delito el uso de los servicios de explotación. Entre 2017 y 2018, la UE registró 14.000 víctimas dentro de sus fronteras y se estima que los traficantes obtuvieron unos beneficios de 2.700 millones de euros. “Y no se cometen solo contra de víctimas que provengan de terceros países. La mitad de las víctimas son ciudadanos de la UE”, explicó Johansson. -