- En un acto casi simbólico, pero con peso en lo que puede ser el futuro de las relaciones bilaterales, por primera vez desde que en 1989 se aplicará una prohibición de exportación de armas a la República Popular China por la masacre de Tiananmen, la Unión Europea ha aprobado sanciones contra el régimen de Pekín por violación de derechos humanos. Esta vez ha sido por el trato que reciben los musulmanes uigures, especialmente en la región de Xinjiang.

La UE decidió ayer imponer medidas restrictivas contra cuatro altos funcionarios chinos por graves violaciones y abusos de los derechos humanos en China por el trato a este grupo étnico. Las primeras sanciones europeas contra China desde la masacre en Tiananmen, el 4 de julio de 1989, están motivadas, entre otras cosas, por las “detenciones arbitrarias a gran escala” de uigures en Xinjiang.

Entre los cuatro sancionados figura el director de la Oficina de Seguridad Pública de Xinjiang desde enero de 2021 y vicepresidente del Gobierno Popular de la región autónoma Uygur de Xinjiang, Gobierno Popular, Mingguo Chen, como “responsable de graves violaciones de los derechos humanos”, en particular “las detenciones arbitrarias a gran escala y del trato degradante infligido a los uigures y personas de otras minorías étnicas musulmanas”.

También está el que fuera secretario del comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de Xinjiang Zhu Hailun, a quien se considera “arquitecto” del programa de vigilancia, detención y adoctrinamiento a gran escala de los uigures y otras personas de otras minorías étnicas musulmanas; así como su sucesor, Wang Mingshan, quien ostenta además otros cargos. El cuarto sancionado es Wang Junzheng, secretario del Partido del Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC), una organización económica y paramilitar estatal.

Estas sanciones se engloban dentro de un paquete de medidas restrictivas, adoptado ayer, contra once personas y cuatro entidades responsables de graves violaciones y abusos de los derechos humanos en China, Rusia, Corea del Norte, Libia, Sudan del Sur y Eritrea.

De esta forma, los Veintisiete amplían su régimen de sanciones por violaciones contra los derechos humanos, similar a la Ley Magnitsky de Estados Unidos, que la Unión Europea aplicó por primera vez contra cuatro funcionarios rusos implicados en la condena al opositor Alexééi Navalni.

Junto con la lista de cuatro personas rusas sancionadas a principios de este mes, estas nuevas 15 designaciones forman parte del primer paquete más amplio de listas bajo el Régimen de Sanciones Globales de Derechos Humanos de la UE, precisó el Consejo de la UE en un comunicado.

Esta decisión adoptada por los ministros de Exteriores de la UE, reunidos ayer en Bruselas, muestra “la firme determinación de la UE de defender los derechos humanos y emprender acciones tangibles contra los responsables de violaciones y abusos”, destacó la nota.

Las violaciones sancionadas ayer incluyen, además de las “detenciones arbitrarias a gran escala” de uigures en Xinjiang en China, la “represión” en la República Popular Democrática de Corea, “ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas” en Libia, “tortura y represión contra personas LGBTI y opositores políticos” en Chechenia, en Rusia, y “torturas, ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y asesinatos” en Sudán del Sur y Eritrea, precisó el Consejo.

Las medidas restrictivas consisten en la prohibición a estas personas de entrar en el territorio comunitario y en la congelación de los bienes y activos que tengan en la UE.

Esterilizaciones forzosas. Los uigures son un grupo étnico que vive en las regiones del noroeste de la República Popular China. En China viven cerca de 12 millones de uigures, la mayoría en la región autónoma de Xinjiang. Más de un millón están encerrados en campos de internamiento, donde son despojados de sus derechos y padecen incluso esterilizaciones forzosas, según organizaciones de derechos humanos.

Países Bajos. El Congreso de Países Bajos en su última sesión antes de las elecciones generales calificó de “genocidio” la persecución a la minoría musulmana.

Canadá. El Parlamento canadiense aprobó en febrero una moción no vinculante que califica de genocidio la situación de los uigures en China, lo que provocó la protesta de la Embajada china con un comunicado.