- El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, presentó ayer su dimisión tras constatar que no tiene apoyos suficientes para continuar con su Gobierno y ahora el presidente de la República, Sergio Mattarella, toma las riendas de la crisis, con la apertura de consultas durante hoy y mañana para analizar las posibles soluciones; o bien elegir un nombre que reúna una mayoría o bien disolver las Cámaras para acudir a unas elecciones anticipadas.

Conte pidió a Mattarella que le traslade de nuevo el encargo de formar su Ejecutivo (el tercero en tres años) y sondeará a las fuerzas políticas para tratar de reunir un nuevo grupo parlamentario que aglutine a tránsfugas dispuestos a brindarle el apoyo necesario.

El primer ministro dirige una coalición formada por los partidos Movimiento 5 Estrellas, Partido Democrático y Libres e Iguales. La decisión de Conte, forzada por la falta de apoyos en el Parlamento tras la retirada de Italia Viva, el partido de Matteo Renzi, sumerge de nuevo a Italia en un escenario de incertidumbre que deberá resolver en un plazo de unas 48 horas.

El primer ministro carecía de apoyos para afrontar los próximos compromisos en el Parlamento, entre ellos el voto a la gestión del ministro de Justicia del M5S, Alfonso Bonafede, previsto para esta semana, motivo que le decidió a presentar su renuncia.

Mattarella, por su parte, invitó al Gobierno a permanecer en su cargo para los asuntos corrientes. Durante la jornada de hoy y de mañana, Mattarella celebra una ronda de consultas con los partidos para conocer cuál es la situación, mientras Conte intentará recabar los apoyos perdidos para seguir dirigiendo el país, que podrían venir de los diputados y senadores del Grupo Mixto, entre otras opciones.

Si lo consigue, sería su tercer Gobierno en dos años y medio, tras los formados por el antisistema M5S y la ultraderechista Liga durante 2018-2019 y el actual formado también por el M5S, el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y Libres e Iguales (LeU, izquierda), desde septiembre de 2019.

Por su parte, las formaciones que permanecen en la coalición gubernamental actualmente (M5S, PD y LeU) cerraron filas con el jefe del Ejecutivo y apostaron por la continuidad de un gabinete liderado por Conte.

Así, mientras el ministro de Sanidad y diputado de LeU, Roberto Speranza, declaró que Conte “es la persona justa para guiar el país en una fase tan difícil”, el líder del PD y gobernador de la región del Lacio, Nicola Zingaretti, apostó por un nuevo Ejecutivo encabezado por Conte “que garantice estabilidad” y el ministro de Exteriores, Luigi di Maio por el M5S se comprometió a que su formación haría su “aportación por la estabilidad”.

En el lado contrario, la dimisión de Conte fue celebrada por los partidos de la derecha Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia, en la oposición.

El líder de la Liga, Matteo Salvini, que también fue ministro del Interior en el primer Gobierno de Conte y que hasta ahora se había mostrado partidario de convocar elecciones en el país, dijo que Italia necesita un Gobierno fuerte que apruebe decretos urgentes en materia de empleo, familia o empresas afectadas por el coronavirus.

Todos han pedido a Mattarella participar en las consultas como delegación única para mostrar su unidad y están dispuestos a “apoyar en el Parlamento todas las medidas que sean en beneficio de los italianos”.

Mayoría necesaria. Conte espera que Mattarella le encargue a él formar un nuevo Gobierno para comprobar posibles nuevas mayorías: si tiene apoyos, el primer ministro saliente regresaría al cargo.

Alternativas. Si Conte no obtiene la mayoría necesaria, Mattarella volverá a abrir consultas para estudiar otro nombre que reúna una mayoría, o en caso de comprobarse la imposibilidad de formar un nuevo Ejecutivo, decidir disolver las Cámaras para acudir a elecciones.

Gobierno tecnócrata. Otra hipótesis es crear un Gobierno tecnócrata y ya circulan nombres como el de la expresidente del Tribunal Constitucional Marta Cartabia, el economista Carlo Cottarelli o al actual gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, para guiar al país hasta las elecciones anticipadas en junio.