- La campaña electoral para las presidenciales que Portugal celebrará el 24 de enero arrancó ayer marcada por la pandemia, que ha obligado a repensar cómo será la votación y a cambiar la agenda prevista de algunos candidatos.

La popularidad del actual presidente y candidato a la reelección, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, a quien los sondeos otorgan una victoria en primera vuelta con más del 60% de los votos, ha hecho que la principal incógnita no sea quién ganará los comicios sino en qué condiciones se van a realizar.

Las celebraciones navideñas han dejado una situación muy complicada en Portugal, donde los contagios se han disparado y el Gobierno se prepara para ordenar un confinamiento general de 15 días que alcanzaría de lleno a las elecciones. Si en la anterior cita para elegir presidente ya se registró una elevada abstención, del 51%, los sondeos prevén que para estos comicios, entre la pandemia y el claro favoritismo de Rebelo de Sousa, el dato pueda crecer diez puntos.

Para garantizar el derecho al voto y combatir la abstención, las autoridades han aprobado medidas extraordinarias que faciliten llegar a las urnas. Entre ellas, una plataforma para que los infectados y las personas confinadas puedan solicitar el voto anticipado, de forma que su papeleta sea recogida a domicilio. Esta norma dejará fuera, no obstante, a las personas que sean confinadas o infectadas en los últimos diez días antes de las elecciones, que no llegarán a tiempo de cumplir los plazos y no podrán votar.

Más polémica está causando la solución pensada para los ancianos que están en residencias, después de conocerse unas indicaciones del Consejo Nacional Electoral para que fuesen transportados a los colegios electorales.

La pandemia también ha limitado la campaña electoral de los siete candidatos a presidente, que esta vez van a dejar de lado las multitudes.

El propio Rebelo de Sousa ha visto sus planes afectados por el contacto con un positivo; aunque las autoridades sanitarias lo consideran de “bajo riesgo”, le han pedido que se mantenga alejado de las aglomeraciones. Por ello, el presidente no tiene ninguna acción prevista hasta el día 18 y su campaña se basará sobre todo en entrevistas y debates.

La socialista Ana Gomes anunció que su programa queda pendiente de las restricciones que el Gobierno anuncie esta semana. Gomes es segunda en los sondeos, aunque las últimas encuestas auguran que le disputará ese puesto el candidato ultraderechista, André Ventura, líder y diputado único del partido Chega, que este fin de semana contó con el apoyo de la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen.

El candidato del Partido Comunista, João Ferreira, también anunció cambios en su agenda, que no tendrá almuerzos ni acciones con multitudes en la calle. Por su parte, Marisa Matias, del Bloco de Esquerda, apostará por las redes sociales para transmitir algunas de sus acciones de campaña.

Elecciones para ancianos. Tras la polémica que generó la idea de que los ancianos que están en residencias fueran a votar únicamente en horarios de baja afluencia, el Consejo Nacional Electoral ha comenzado a considerar que los ancianos puedan votar desde la propia residencia, ante los malos datos que afectan a Portugal tras la Navidad.

Apoyo de Le Pen. El candidato ultraderechista, André Ventura, líder y diputado único del partido Chega, contó este fin de semana con el apoyo de la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen. Un apoyo que le hará disputarse el segundo puesto de las elecciones con Ana Gomes.