Los líderes de la Unión Europea (UE) y del Reino Unido rubricaron este miércoles los tres tratados que regularán las relaciones entre ambos bloques a partir de este viernes cuando la legislación comunitaria deje de aplicarse en el Reino Unido y éste se convierta en un país tercero tras haber abandonado la UE hace once meses.

Bruselas y Londres cierran así el último capítulo de un libro histórico que comenzó a escribirse en junio de 2016, cuando el Reino Unido votó a favor en referéndum de abandonar la Unión Europea; que ha estado trufado de altibajos, rondas negociadoras más y menos fructíferas, cambios de Gobierno e incluso una pandemia global, y que marcará para siempre la historia de la integración comunitaria.

"Ha sido un camino largo. Ahora podemos dejar el Brexit atrás. Nuestro futuro se hace en Europa", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras firmar los documentos con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Las mismas palabras que pronunció en Nochebuena, cuando se cerró el acuerdo.

La coreografía de la firma comenzó en Bruselas a las 9.30 hora local (8.30 GMT) en una ceremonia sobria y sin declaraciones con Michel y Von der Leyen, quienes frente a una nube de fotógrafos han suscrito dos copias de cada uno de los tratados acordados el día de Nochebuena tras una negociación agónica.

Son el Acuerdo Comercial y de Cooperación entre la UE y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), de un lado, y el Reino Unido, del otro; el Acuerdo sobre Procedimientos de Seguridad para intercambiar y proteger información clasificada entre la UE y el Reino Unido, y el Acuerdo para la Cooperación para los Usos Seguros y Pacíficos de la Energía Nuclear, entre Euratom y el Reino Unido.

Posteriormente, las dos copias firmadas de cada pacto han viajado a Londres en un avión de la Fuerza Aérea británica, acompañadas de funcionarios de ambas partes, para que añadiera su rubrica el primer ministro británico, Boris Johnson.

"Al firmar este pacto, cumplimos el deseo soberano de los ciudadanos británicos de vivir bajo su propias leyes, redactadas por su propio Parlamento elegido", escribió Johnson tras dejar su autógrafo en el histórico documento.

Después de la firma en la capital británica, una de las copias originales -encuadernada en una carpeta de piel azul con las estrellas de la bandera europea- vuelve a los archivos del Consejo en Bruselas, mientras la otra, idéntica, se quedó en Londres.