- La Comisión Europea (CE) publicó ayer unas posibles medidas de contingencia para que estar preparados ante la posibilidad de que el próximo 1 de enero no entre en vigor un acuerdo sobre la relación entre Londres y Bruselas tras el brexit.

Las medidas, que no se aplicarán en Gibraltar, cubren los ámbitos de las conexiones y la seguridad aérea, del tráfico rodado y de la pesca.

Horas después de que la UE presentara sus medidas de contingencia, el primer ministro británico, Boris Johnson, alertó de que existe una “gran posibilidad” de que el Reino Unido rompa definitivamente sus lazos con la UE sin haber llegado a un acuerdo sobre su futura relación.

Para Johnson, las propuestas que hay sobre la mesa ahora mismo dejarían a su país “atrapado en la órbita de la UE”, ya que estaría expuesto a eventuales sanciones si no adaptase su legislación a los cambios en la normativa comunitaria.

El primer ministro señaló que ha pedido a los miembros de su Gobierno que comiencen a “hacer los preparativos” para un escenario sin acuerdo, lo que en la jerga política británica se conoce como una “relación a la australiana”, en alusión a que no existe un acuerdo comercial con ese país.

“Creo que tenemos que dejar muy, muy claro que ahora existe una gran posibilidad de que tengamos una solución más como la relación con Australia que como la de Canadá y la UE (que comparten un extenso tratado comercial)”, dijo Johnson.

“Las negociaciones siguen en curso. Sin embargo, puesto que el final de la transición está muy próximo, no hay garantías de que, si se alcanza un acuerdo, pueda entrar en vigor a tiempo. Es nuestra responsabilidad estar preparados para cualquier eventualidad, incluida la falta de acuerdo el 1 de enero de 2021”, declaró la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.

En el caso del transporte aéreo, Bruselas propone que durante los primeros seis meses de 2021 las aerolíneas del Reino Unido puedan sobrevolar el territorio de la UE sin aterrizar, llevar a cabo vuelos comerciales y de carga entre territorio británico y comunitario y realizar paradas en la Unión por motivos que no tengan que ver con el tráfico como repostajes.

Esas medidas están condicionadas a que Londres adopte iniciativas equivalentes para los Veintisiete.

En cuanto al transporte de mercancías por carretera, la CE propone mantenerlo durante un periodo máximo de seis meses a partir del 1 de enero, de nuevo, a condición de que el Reino Unido adopte medidas equivalentes para los operadores comunitarios.

Igualmente, se garantiza durante el primer semestre de 2021 el transporte por autobús para pasajeros.

Las conexiones ferroviarias a través del Canal de la Mancha seguirían operando hasta marzo, cuando el funcionamiento del Eurotúnel dejaría de estar supervisado por la Comisión Intergubernamental (IGC), y Francia y el Reino Unido serán responsables.

Por otro lado, se permitiría a los pescadores europeos y británicos el acceso mutuo a sus respectivas aguas hasta el 31 de diciembre de 2021, o hasta que exista un acuerdo.

Para el acceso recíproco a las aguas, la propuesta plantea que la UE facilite un mecanismo a los buques británicos que les permita entrar en aguas europeas mediante autorizaciones.

Con esas autorizaciones, la flota de Reino Unido podrá pescar las cuotas concedidas a ese país, bajo las mismas condiciones que se aplican a los barcos de la Unión.

Se trata de uno de los pocos asuntos en los que el bloque comunitario perdería más que el británico en caso de no alcanzarse acuerdo, ya que Reino Unido podría cortar el acceso a sus aguas a los barcos europeos.

Bruselas recalcó que el objetivo de las medidas de contingencia es cubrir el período durante el cual no haya acuerdo. Si ningún pacto entrara en vigor, concluirían transcurrido el plazo establecido en cada caso.

Las iniciativas necesitan ahora ser aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE (los países), para que puedan entrar en vigor el 1 de enero si Londres y Bruselas no cierran antes un acuerdo. En cualquier caso, la Comisión subrayó que las perturbaciones se producirán “con o sin acuerdo entre la UE y el Reino Unido”.

“Esta es la consecuencia natural de la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión y de dejar de participar en el mercado único y la unión aduanera de la UE. La Comisión siempre ha sido muy clara al respecto”, reiteró el Ejecutivo comunitario.

El pacto sobre la futura relación debe ratificarse antes del 1 de enero, pues ese día la legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico y el Reino Unido se habrá convertido de manera definitiva en un país tercero.

Si no lo consiguen, pasarán a regirse en sus intercambios comerciales por los requisitos arancelarios más generales y menos favorables de la Organización Mundial del Comercio.

En cualquier caso, las iniciativas no replican los beneficios de pertenecer a la UE ni son tan beneficiosas como un tratado comercial.

Pese a todo, Johnson insiste en que está dispuesto a hacer “un último esfuerzo” para llegar a un entendimiento con los Veintisiete, antes del domingo, día límite para tomar una decisión.