Cerca de 2.000 agentes alemanes se desplegaron ayer en las calles de la capital para dispersar a los manifestantes que protestaban por las restricciones adoptadas para contener la pandemia. Según la Policía, se reunieron entre 5.000 y 10.000 personas, a las que habría que sumar un millar más en el Puente Marschall, cerca del Parlamento donde se iban a votar una serie de enmiendas para reforzar la capacidad de respuesta del Gobierno de Angela Merkel. En la imagen, unas jóvenes protestan, crucifijo en mano, delante de los agentes.