- La vuelta a las clases en Francia tras las dos semanas de vacaciones de otoño se encontró ayer con un país confinado debido al avance de la pandemia y un refuerzo de las medidas de seguridad tras la decapitación por un terrorista del profesor Samuel Paty en octubre. Los cerca de 12 millones de estudiantes de primaria y secundaria vivieron una reanudación particular de las clases, en la que el uso de la mascarilla ha pasado a ser obligatorio a partir de los seis años de edad, frente a los once anteriores.

El profesor de Historia Samuel Paty fue asesinado el pasado 16 de octubre en Conflans-Sainte-Honorine por un refugiado ruso de origen checheno tras haber mostrado caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.

El primer ministro, Jean Castex, y el titular de Educación, Jean-Michel Blanquer, se desplazaron hasta esa localidad de las afueras de París para rendirle homenaje en un colegio de primaria y participar en el minuto de silencio que todas las escuelas del país mantuvieron en su honor. El minuto de silencio fue acompañado por la lectura de la carta que el político socialista Jean Jaurès publicó en 1888 como elogio a la labor de los maestros: “Tenéis en vuestras manos la inteligencia y el alma de los niños; sois responsables de la patria”.

Esas mismas palabras se oyeron en el colegio español Federico García Lorca de París, donde los niños sostenían unas letras que decían: “Libertad de expresión”. María José, madre y profesora de ese centro, contó que los niños están muy informados y saben muy bien por qué se hace este acto: “Estamos en un centro de doble o incluso triple nacionalidad, un perfil especial para abordar estas cuestiones con naturalidad”.

La conmemoración concluyó con una famosa frase de Voltaire, escritor y filósofo francés. “No comparto lo que dices pero defenderé hasta la muerte tu derecho de decirlo”.

Ese homenaje y la presencia de patrullaalrededor de los cerca de 60.000 centros escolares contribuyó a recordar que este regreso es excepcional, tras el ataque del jueves contra una iglesia en Niza, en el que murieron tres personas, el nivel de vigilancia está al máximo.

A diferencia del confinamiento de marzo, este nuevo iniciado el viernes y que durará como mínimo hasta diciembre deja las escuelas abiertas: “Lo importante es que los niños no pierdan el ritmo escolar”, dijo Blanquer en la emisora France Inter.

El uso de la mascarilla, el lavado frecuente de las manos y la ventilación de las clases se mantienen como recomendaciones esenciales para evitar contagios, aunque esta vez también se ha limitado el número en que los alumnos se cambian de clase. Ese protocolo llega cuando los positivos diarios en el país superan los 40.000. El cumplimiento estricto de los protocolos es “totalmente imposible”, según reconoce la directora de un colegio de secundaria de la región de Normandía.

El número de alumnos, con hasta 35 por clase entre quienes tienen de 15 a 18 años, la complejidad de ajustar los horarios de las optativas para minimizar el movimiento de gente y la dificultad de garantizar que los estudiantes de más de 15 años respetan la consignas cuando salen del centro entre clases forman parte del reto.

Más presencial militar. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que aumentaría el despliegue militar en las calles. Así, con el nivel máximo de alerta terrorista, Francia sumará 4.000 soldados a los 3.000 ya presentes en todo el territorio.

Operación Centinela. En el marco de esta operación, Macron explicó que el despliegue militar se lleva a cabo sobre todo en lugares de culto y en escuelas, tanto públicas como privadas.