- Tres días después de la decapitación en Francia de un profesor que mostró caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión, el Gobierno francés ha anunciado el lanzamiento de operaciones policiales contra decenas de individuos que justificaron en internet el atentado.

En este sentido, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha declarado: “Quien amenaza a la República no tendrá respiro”, quien ha precisado ya 80 arrestos por 80 mensajes de odio identificados en internet.

El Ejecutivo ha prometido acciones concretas y rápidas contra individuos o asociaciones radicalizadas, algo que se llevará a cabo sin demora. Esas detenciones se suman a las once por un vínculo más o menos cercano con el autor del ataque, Abdullah Anzorov, un refugiado ruso de 18 años y de origen checheno, que residía en Evreux, a unos 100 kilómetros al noroeste de París, y tenía antecedentes policiales por asuntos de escasa importancia.

La condena política por el asesinato del profesor Samuel Paty, se ha entendido como un golpe a la educación laica, una de las bases de la República francesa, por lo que las manifestaciones congregaron a decenas de miles de franceses por todo el país. No obstante, esa unidad de fachada no ha tardado en resquebrajarse con tintes partidistas, con las distintas formaciones tratando de marcar puntos de cara a las elecciones presidenciales que se celebran en apenas un año y medio.

En este sentido, la líder de la formación ultraderechista Agrupación Nacional (AN), Marine Le Pen, afirmo que el islamismo es una ideología belicista cuyo medio de conquista es el terrorismo y que la estrategia del presidente Macron, es “insuficiente y anacrónica”. Le Pen no acudió este domingo al homenaje a Paty, y tampoco lo hizo nadie de su círculo.

Las críticas al Ejecutivo también han llegado desde el partido conservador de Los Republicanos: “Ha habido demasiados ataques sin verdaderas respuestas. Demasiadas iniciativas seguidas de pasos atrás”, lamentó en Twitter el senador Bruno Retailleau. Y aunque el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon ha subrayado que no es momento de disputas, sí ha criticado que nadie detectara las amenazas que durante una semana recibió Paty antes de su muerte, cuyo autor fue abatido por las fuerzas del orden esa misma tarde.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció ayer la intención de pedir el desmantelamiento de varias organizaciones, entre ellas el Colectivo contra la Islamofobia en Francia (CCIF, en sus siglas en francés) y Baraka City.

Macron necesita mostrar que actúa después de un atentado que, por primera vez, ha golpeado la escuela, núcleo simbólico de la República, y que ha recordado a los franceses que, después de casi una década de atentados que han dejado 290 muertos, la amenaza terrorista sigue ahí. El objetivo del Gobierno son las asociaciones legales que promueven el islamismo radical. Algunas de estas organizaciones contribuyeron a difundir lo que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, llamó una fatua —es decir, una decisión jurídica de una autoridad religiosa— contra Samuel Paty. El ministro finalizó: “No podemos seguir permitiendo que haya este tipo de fatuas contra personas como un profesor. Mañana será contra un policía, pasado mañana contra un periodista”.

Francia confirma que hubo una fatua contra el profesor decapitado. El Ministro de Interior francés ha declarado que Samuel Paty fue “obviamente” objeto de una fatua -edicto religioso islámico- y alertó: “Hoy es un profesor, mañana será un policía, pasado mañana un periodista”.