- Miles de franceses se concentraron ayer por todo el país bajo el grito Je suis prof para rechazar el terrorismo islámico tras la decapitación de un profesor de secundaria que había mostrado caricaturas de Mahoma en una clase de libertad de expresión.

Casi seis años después del Je suis Charlie con el que todo el país condenó el terrorismo islámico y defendió la libertad de expresión, Francia repitió hoy el grito de solidaridad con las víctimas y de reivindicación de los valores democráticos.

Las concentraciones fueron convocadas por organizaciones antirracistas y pacifistas -y apoyada por Charlie Hebdo- para rendir homenaje a Samuel Paty, el profesor de Geografía e Historia de 47 años que fue decapitado el pasado viernes por un refugiado checheno (República rusa) de 18 años, que murió por los disparos de la policía poco después del asesinato.

Este fue el escrito casi unánime de muchos asistentes, entre los que abundaban maestros y profesores, que reivindicaron la importancia de su profesión y defendieron la formación de los jóvenes en los valores democráticos. “Vengo a rendir homenaje a un compañero”, afirmó uno de los profesores asistentes. “Seguiré enseñando mi programa. No tengo miedo”, declaró otra docente a la prensa parisina.

Bastantes personas enarbolaban alguna de las caricaturas de Mahoma que publicó Charlie Hebdo. “Hay que demostrar que no tenemos miedo”, recalcó una mujer que llevaba una de ellas.

Equipados con la mascarilla, que era condición imprescindible para que el acto fuera autorizado, los miles de asistentes guardaron un minuto de silencio y cantaron La Marsellesa.

Líderes políticos de todas las tendencias, entre los que destacaba el primer ministro, Jean Castex, participaron a título privado en la concentración de París, a la que también asistieron musulmanes que denunciaban lo que uno de ellos definió como “barbarie islamista”.

Por su parte, el primer ministro francés declaró en Twitter: “No nos dais miedo. No tenemos miedo. No nos dividiréis. ¡Somos Francia”.

El titular de Educación, Jean-Michel Blanquer, declaró: “La República ha sido atacada con el asesinato de un profesor. Hay que mostrar unidad, por encima de nuestras diferencias políticas, sindicales o de otro tipo. No tenemos miedo”.

Otras ciudades del país, como Marsella, Lyon o Lille también tuvieron concentraciones en repulsa del asesinato del docente.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha reunido con el Consejo de Defensa para valorar la toma de nuevas medidas contra el terrorismo islámico.

Por el momento, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado la instrucción de los jefes de policía para que expulsen a 231 extranjeros que residen ilegalmente en el país y están fichados por su radicalización islamista. De ellos, 180 están actualmente encarcelados.

La investigación del asesinato continúa y el número de detenidos aumenta ya a once, tras el arresto de un amigo del autor. Entre los once detenidos figuran el padre de una alumna de Paty, y que había publicado dos vídeos en redes sociales criticando al docente, ofreciendo datos personales de la víctimas. También le denunció por difusión de pornografía en clase.

Además, se investiga el papel que tuvo Abdelhakim Sefraoui, un conocido propagandista islamista, que acudió con el padre de la alumna al instituto donde trabajaba el profesor para exigir su despido.

Este atentado es el segundo de carácter islamista en Francia en apenas tres semanas, después de que el pasado 25 de septiembre un paquistaní hiriera gravemente a dos trabajadores de una agencia de noticias, situada en el mismo edificio que la antigua sede de Charlie Hebdo.