Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) iniciaron este viernes la segunda jornada de su cumbre en Bruselas, que se centrará en la relación con África y en las tensiones con Turquía en el Mediterráneo Oriental, tema que se ha añadido a la agenda a petición de Chipre y Grecia.

En la primera jornada, celebrada el jueves, los líderes de los Veintisiete abordaron las negociaciones sobre su relación futura con el Reino Unido, con quien desean intensificar las conversaciones para cerrar un acuerdo este mes, sus nuevos objetivos climáticos para 2030 y la situación de la pandemia de COVID-19, que "no tiene precedentes y es muy preocupante".

"En diciembre tendremos una importante reunión con la Unión Africana (UA) que será la oportunidad para renovar nuestra asociación, nuestra alianza con África, que es una alianza natural por razones geográficas, históricas y culturales", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a su llegada a la reunión.

"Hay un gran potencial si tomamos junto con los líderes africanos las decisiones correctas", añadió.

En el encuentro de hoy se espera también que "varias delegaciones" planteen la situación en el Mediterráneo Oriental "teniendo en cuenta los nuevos eventos", dijo el político belga.

En la última semana la tensión en la zona ha vuelto a escalar después de que Turquía haya reanudado la búsqueda de hidrocarburos en aguas que Grecia y Chipre consideran parte de su zona económica exclusiva, tras lo cual Atenas excluyó comenzar los contactos exploratorios que había acordado con Ankara en septiembre tras la mediación de la UE.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo este miércoles que su país "continuará dando a Grecia y la parte griega de Chipre la respuesta que merece" en referencia a este conflicto y acusó a Atenas y Nicosia de "no haber cumplido la palabra que dieron en las negociaciones de las plataformas de la Unión Europea y la OTAN".

A ello se suma el anuncio del Gobierno turco y del de la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC) de que reabrirán el barrio costero de Varosha, un área que lleva 46 años cerrada como zona militar a raíz de la ocupación del norte de la isla por Turquía en 1974.

Los líderes comunitarios ya abordaron la situación en el Mediterráneo Oriental en una cumbre a principios de mes en la que decidieron no imponer sanciones a Turquía, como pedía Chipre, en aras de mantener el diálogo con Ankara, pero avisaron de que usarán "todas sus herramientas" para reaccionar si el país persiste en lo que consideran un comportamiento provocador.

Además de la cuestión turca, los líderes podrían debatir sobre otros temas de política exterior que no figuran oficialmente en el orden del día como el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalni, la situación en Bielorrusia o el conflicto en Nagorno-Karabaj, según el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel.

"La situación internacional es desbordante, incluso inquietante, cuando vemos lo que pasa entre Armenia y Azerbaiyán, y es importante ver cómo la UE puede tomar posiciones comunes. No somos el árbitro del mundo, pero ahí donde podemos ayudar debemos también ser necesarios", dijo Bettel.