- El Consejo de la Unión Europea adoptó ayer una “recomendación” para que los Estados miembros basen sus restricciones a los viajes dentro de la UE en función de la situación epidemiológica que incluye un mapa con un código de colores para diferenciar tres niveles de riesgo de coronavirus en las regiones de la Unión Europea y pedir que no haya restricciones de viaje para quienes se encuentran en las zonas de menor riesgo (verde).

No se ha llegado a acuerdo sobre criterios comunes de movilidad en zonas de riesgo medio y alto (naranja y rojo) para que los gobiernos tengan toda la flexibilidad para decidir sus medidas.

Los Estados miembro convienen así que ninguno de ellos “debería restringir” los movimientos desde o hacia zonas verdes, pero evitan fijar medidas específicas para las otras dos categorías para las que sugieren “respetar las diferencias epidemiológicas” a la hora de tomar decisiones.

También recomiendan que no se prohíba la entrada de ningún viajero procedente de otro Estado miembro y que, en el caso de que un gobierno quiera imponer restricciones “a zonas que no sean verdes”, éste opte por medidas como la imposición de cuarentenas o la realización de test de detección a la salida o llegada.

El resultado es una recomendación, lo que implica que lo acordado no es de obligado cumplimiento por los Estados miembro, que pide que las medidas que se impongan para limitar la libertad de movimiento en cada país sean “proporcionadas y no discriminatorias” y que se retiren en cuanto la situación lo permita. Además, el Consejo agrega que los Estados miembros que apliquen restricciones a la movilidad deben de informar 48 horas antes al resto de países y a la Comisión Europea.

Los embajadores de la UE cerraron el acuerdo sin ningún voto en contra pero con la abstención de cinco Estados miembros, que dudan de los criterios y eficacia del sistema consensuado. Aunque España mostró muchas dudas durante la negociación y pedía que se priorizaran los test sobre las cuarentenas, finalmente levantó sus reservas y se sumó a los países que votaron a favor.

“Damos la bienvenida a este acuerdo para traer más orden a una situación actualmente confusa”, señaló la Comisión Europea, y aseguró que la UE ha aprendido de la primera oleada y no superará la crisis “cerrando fronteras unilateralmente, sino trabajando juntos”.

La elaboración del mapa correrá a cargo del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que lo actualizará cada semana.

Para ello, las capitales se comprometen a facilitar la información epidemiológica necesaria -algo que no cumplían todos los socios-, y que incluirá el número de casos notificados por cada 100.000 habitantes durante los últimas 14 días, el número de test realizados por cada 100.000 habitantes durante la última semana, y el porcentaje de test positivos sobre el total realizados.

En función de la incidencia. En verde aparecerán los países de menor riesgo, que tengan una incidencia acumulada menor a 25 y una tasa de positividad que no llegue al 4%. Esta condición no se da en ninguna comunidad autónoma española. En naranja se situarán las regiones con menos de 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días si el índice de positivos es igual o mayor al 4%. El rojo se reservará para las situaciones más críticas, en las que los contagios superen los 50 casos por cada 100.000 habitantes y el porcentaje de test positivos supere el 4%. Finalmente, en gris, estarán las regiones de las que no se disponga de información suficiente.