- Decenas de tiendas de campaña y medio centenar de personas cortaron ayer varias avenidas del centro de Varna, la segunda mayor ciudad de Bulgaria, en una expansión de las protestas que demandan la dimisión del Gobierno por supuesta complicidad con la corrupción.

Desde hace cuatro semanas se suceden manifestaciones nocturnas contra el Gobierno -que en ocasiones han llegado a reunir a decenas de miles de personas- mientras que por el día en Sofia, una acampada con una treintena de tiendas mantiene cortados tres cruces importantes de la capital. Esa forma de protesta se ha extendido a Varna, una ciudad en la costa del Mar Negro, a unos 450 kilómetros de Sofia, y se han bloqueado varias avenidas céntricas.

Los manifestantes en Varna, al igual que en Sofia, prometen mantener el bloqueo hasta que no dimitan el primer ministro, el conservador populista Boiko Borisov, y el fiscal general, Ivan Geshev, acusados de corrupción y de servir a una oligarquía económica en vez de a los ciudadanos.

En las últimas semanas las manifestaciones han transcurrido en su mayor parte de forma pacífica, aunque en los primeros días hubo enfrentamientos con fuerzas antidisturbios cuando un grupo de manifestantes intentó entrar en el Parlamento.

Borisov, que domina la política del país desde 2009, ha rechazado dimitir pero cambió recientemente a los ministros de Finanzas, Interior, Economía y Turismo, sin calmar las protestas.