- El ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, que lidera la campaña de los países frugales para limitar las ayudas a los Estados del sur de Europa, rechaza liderar su partido, el democristiano CDA, en las elecciones generales del próximo marzo, en las que habría competido con el primer ministro, Mark Rutte.

Fuera de las fronteras de la UE se le conoce por ser el autor de la polémica petición a la Comisión Europea, en la peor etapa de la pandemia, para que investigue por qué los países del sur no tienen reservas de dinero suficiente para hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera que resulta del confinamiento.

Se convirtió en el Míster no de las reuniones del Eurogrupo, haciendo competencia a Rutte con su negativa a solidarizarse con los países más afectados por la covid-19, y se ganó con ello el rechazo de muchos socios europeos, incluso alguna crítica desde Alemania, y al final tuvo que disculparse y reconocer que “no había mostrado la suficiente empatía”.

“Deberíamos haber dejado claro, incluyéndome a mí mismo, que queremos ayudar. No enfatizamos eso lo suficiente. Lo expresamos de tal manera que provocó resistencia”, admitió a finales de marzo, poco después de que el primer ministro portugués, António Costa, tildara sus comentarios de “repugnantes” y de “mezquindad recurrente”.

Durante los últimos meses, Hoekstra también adquirió un rol cada vez más notorio en Países Bajos con la gestión de las ayudas financieras a los diferentes sectores afectados por la pandemia del coronavirus, y en especial por su rigidez ante KLM, cuando la aerolínea propuso subir el sueldo a su director general, al mismo tiempo que pedía ayuda estatal.

Su talento, su juventud y la agilidad con la que gestiona las finanzas del país, que hacen que tenga varios parecidos con el liberal Rutte llevaron a los analistas holandeses a pensar que se podría postular como candidato a dirigir el país el próximo año.

Su propio partido lo había perfilado como su candidato más importante, y muchos habían dado por hecho que se le vería micrófono en mano protagonizando una campaña muy reñida contra el que ahora es su primer ministro, un político muy valorado entre los holandeses, pero Hoekstra dice que no es “un político de profesión” y rechaza la oferta.

“Muchas personas me han instado durante el año pasado a pensármelo, pero siempre he llegado a la misma conclusión: que no debería hacerlo. Liderar un partido es muy diferente a ejercer de ministro, son roles distintos que exigen cosas distintas, con la responsabilidad representativa y todo lo que conlleva”, aseguró.

En una entrevista con el diario holandés De Telegraaf, defendió que “el Ministerio es un privilegio y no un derecho” y no descartó volver a postularse para dirigir la cartera de Finanzas durante la próxima legislatura, si su partido está en el Gobierno.

“Estoy trabajando día y noche contra la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y estoy extremadamente motivado para seguir trabajando. Creo que uno no debe ser ministro por ser ministro, se debe tener la convicción de que haces bien ese trabajo y tener afinidad con el tema. En mi caso, esa es definitivamente la situación con Finanzas”, afirmó.

Ante la negativa, su partido se debate ahora entre el viceprimer ministro y ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, o la Secretaria de Estado para Asuntos Económicos, Mona Keijzer.

De Jonge ya registró su candidatura y consideró que CDA “tiene una larga tradición de asumir la responsabilidad cuando es un momento difícil”. Lo que está claro es que los democristianos, que se ven en el futuro Gobierno, buscan un clon a Rutte entre sus filas, mientras este político, que lleva una década al frente del Ejecutivo, se prepara para repetir como primer ministro en las elecciones del próximo marzo, después de haber arrasado en las últimas encuestas por su gestión de la pandemia.